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lunes, 21 de junio de 2010

Puerta del Sol



La Puerta del Sol de Madrid, fue la única plaza de la ciudad, sin nombre de plaza, o por lo menos así fue durante siglos. Tendríamos que remontarnos hasta la época medieval para ver el nacimiento de este lugar, momento en que se empezaron a instalar en las afueras de la ciudad, las primeras tribus prerromanas de los carpetanos. Este poblado inicial llamado Magerit, datan de la época de la invasión de los moros que se establecieron en la fortificación amurallada que defendía la población. Durante la ocupación árabe, existía una puerta de la muralla que miraba hacia Oriente y también pudo existir en ese lugar un castillo con un sol pintado encima del arco de su puerta principal. De una forma o de otra, el nombre de Puerta del Sol, permanecería desde entonces hasta nuestros días. Este arrabal que se encontraba en las afueras de la villa, llegó a ser una de las zonas más pobladas, zona que terminaba justo en donde hoy se encuentra nuestra plaza. Pero fue en 1539 cuando fue construida una nueva puerta para sustituir a la antigua y de la que tenemos la primera descripción. Ni era monumental ni de paso, más bien de carácter defensivo, construida de ladrillo y cal, y en lo alto, rematada por seis almenas. Pero era tal el crecimiento de la ciudad y el paso que soportaba la puerta, que pronto tuvo que ser demolida, momento en que se empezaron a construir los primeros edificios monumentales que existieron en el lugar.


El primero fue el Real Hospital de la Corte y la iglesia del Buen Suceso. Esta iglesia ocupaba el solar que existe entre la calle Alcalá y la Carrera de San Jerónimo y tuvo una gran relevancia durante siglos.

Aquí podemos ver que la Puerta del Sol era una calle que se ensanchaba y al fondo la iglesia del Buen Suceso



Por esta misma época y casi a la par, se construye el convento de San Felipe el Real, con la famosa lonja, auténtico mentidero de Madrid, donde se inventaban las noticias y bulos que recorrerían el país y que fue conocida como las Gradas de San Felipe. El monasterio tenía un precioso claustro obra de Francisco de Mora y se encontraba en la calle Mayor, esquina a Esparteros.

Iglesia y convento de San Felipe el Real. Fundado en 1547 y demolido en 1838 por aplicación de las leyes desamortizadoras. Las gradas de San Felipe fueron lugar de encuentro de todos los desocupados de la Villa y Corte, el más popular de sus mentideros. Ilustración litográfica de J. Cebrián y dibujo de J. Avrial.



El tercer edificio en aparecer en la zona, fue el convento de Nuestra Señora de la Victoria, entre las calles Victoria, Cruz, Cádiz y Carretas, teniendo su entrada principal en lo que hoy es el comienzo de la calle Espoz y Mina, que en aquel entonces no existía. Esta iglesia albergaba en su interior una imagen muy venerada en Madrid de Nuestra Señora de la Soledad, obra de Gaspar Becerra y que desapareció para siempre en 1936. Salía en procesión todos los Viernes Santos con más de dos mil quinientos penitentes.

Iglesia y convento de la Victoria y capilla de la Soledad, según dibujo y litografía de E. Lettre


Sucesos del 2 de mayo de 1808 en la Puerta del Sol. Al fondo podemos ver la Iglesia del Buen Suceso y la iglesia de la Victoria a su derecha


Durante casi tres siglos, la plaza fue el punto central de la ciudad, disputándose siempre con la Plaza Mayor, que la superaba en espacio regular y organizado, en estética y lugar simbólico. Pero nuestra Puerta del Sol fue el núcleo de máxima actividad vital y lugar principal de todas las efemérides cortesanas y religiosas.

En el siglo XVII la Puerta del Sol ya es centro indiscutible de la Villa, además de ser el sitio más concurrido de la Corte. Gentes de toda condición social pasaban alrededor de la fuente que había frente al Buen Suceso. En los primeros años de aquel siglo se construyó una muy modesta, pero pronto la municipalidad edificó una nueva: la conocida popularmente por "la Mariblanca". Rodeada de un pilón circular y sobre un pedestal octógono, se levantó, airosa, la fuente más popular de Madrid.

El ambiente alrededor de la fuente de la Mariblanca. Aguadores, clérigos, damiselas... captado, hacia 1833, por el artista y viajero inglés John Lewis.




El último de los grandes edificios monumentales construidos en la plaza, fue la Real Casa de Correos, al que le acabamos de dedicar un artículo y que actualmente es el edificio más antiguo de toda la Puerta del Sol.

Real Casa de Correos, antigua sede del Ministerio del Interior y Dirección General de Seguridad del Estado en la época franquista. Remata el edificio el torreón que alberga el famoso reloj de Losada.









A partir de la política urbana de José I y la Desamortización de Mendizabal en 1836, la plaza se reformaría y ampliaría y sería el fin de los grandes edificios monumentales que existieron. Primero se derribaron los conventos, con sus iglesias de San Felipe el Real y de Nuestra Señora de la Victoria, como consecuencia de la aplicación de las leyes desamortizadoras. En el solar que dejara San Felipe, se levantó la Casa Cordero. En el solar de Nuestra Señora de la Victoria se proyectó el primer tramo de la calle Espoz y Mina y el ensanche de la calle Victoria y más tarde el pasaje Matheu. También fue trasladada la fuente de la Mariblanca a la plaza de las Descalzas Reales. La gran reforma decimonónica se encargó de derribar el Hospital y la iglesia del Buen Suceso, junto con las embocaduras de las calles Mayor, Arenal, Preciados, Carmen, Montera, Alcalá y Carrera de San Jerónimo, construyéndose las casas en forma semicircular que dieron forma a la actual Puerta del Sol. Los alzados de las actuales fachadas, consiguen dar un aspecto armónico a toda la plaza. Se componen de cinco plantas y ático, la planta baja y el entresuelo con función comercial. Una balaustrada corrida sobre la cornisa pone digno remate a todo el conjunto. El 24 de junio de 1860, se inauguró una fuente que consistía en un extenso pero poco profundo pilón circular, adosado a otros dos más pequeños semicirculares. En el centro un surtidor con juegos de aguas, con el que se hacía alarde de la presión del canal del Lozoya: un chorro de quince centímetros de diámetro se elevaba a más de treinta metros de altura y que solo corría en algunas fechas señaladas y durante poco tiempo porque según decía Fernández de los Rios, pasados cinco minutos toda la plaza se convertía en pilón. Esta fuente antes que aquí, estuvo en la calle de San Bernardo para la inauguración del Canal de Isabel II y el pilón fue trasladado después a la glorieta de Cuatro Caminos. Actualmente el surtidor interior original se encuentra en medio del estanque del Palacio de Cristal en el Parque del Retiro y el pilón en la entrada de la Casa de Campo, muy cerca del Puente del Rey y frente a la Casa de los Vargas.

Puerta del Sol hacia 1864, con el surtidor de 30 metros de altura


Más tarde vinieron otros vecinos que han llegado a ser símbolo madrileño: El Oso y el Madroño y el Kilómetro 0, una placa en el suelo que nos recuerda que de aquí parten todas las carreteras radiales de España y en donde se han dado cita millones de personas.
La estatua ecuestre de Carlos III y una réplica de la Mariblanca que volvió a habitar la plaza desde hace poco tiempo.

La nueva placa del Kilómetro 0, lugar donde nacen todas las carreteras radiales de España



El Oso y el Madroño, símbolo de la ciudad de Madrid



Réplica actual de la Mariblanca que se encuentra ubicada en la plaza



Estatua ecuestre de Carlos III




Tantos hechos históricos han pasado en esta plaza, que no tendríamos espacio en este post para describirlos todos, así que mejor dejemos ese capítulo para otro momento en que podamos ir describiendo uno a uno en otros artículos.

La Puerta del Sol, es una encrucijada que enlaza por un lado, Los Jerónimos y el camino de Alcalá con el antiguo núcleo del Alcázar y la Plaza Mayor y por otro, une el sector meridional, a través de las calles de Carretas y de la Cruz, con los dos importantes caminos de Hortaleza y del Alto Fuencarral. Un carácter de encrucijada que aún conserva como fundamental y que se encuentra reflejado tanto en la densidad de tránsito rodado que soporta, como en la confluencia de terminales de líneas de transportes.

La Puerta del Sol siempre ha sido y será el verdadero centro de Madrid, pero por alguna extraña circunstancia, a pesar de haber sido el centro de la vida social durante siglos, en la actualidad y a pesar de seguir siendo el centro neurálgico, no es un sitio donde la gente vaya a estar, o a pasear. Aunque hay una fecha inequívoca, donde es el sitio de reunión para millones de españoles, el 31 de diciembre a las doce de la noche frente al reloj de Gobernación.









La Puerta del Sol es un sitio de paso, donde los habitantes de la gran urbe pasan a toda prisa de un lado para otro, camino de grandes almacenes o para hacer uso del transporte público. No tiene el encanto que pueda tener la Plaza Mayor, su vecina y eterna plaza rival. Pero cuando alguien piensa en el centro de Madrid, siempre la respuesta será La Puerta del Sol.

Veamos unas fotografías de distintas épocas de la Puerta del Sol:






















jueves, 17 de junio de 2010

Real Casa de Correos



La Real Casa de Correos, está ubicada en lo que fueron dos manzanas de casas que el arquitecto Ventura Rodríguez se encargó de derribar, dirigiendo los trabajos para preparar el solar donde se habría de alzar el nuevo edificio. Era la época de Fernando VI cuando ocurría todo esto entre 1756 y 1760. Fue el Marqués de la Ensenada el promotor inicial de la idea de la nueva Casa de Correos en la Puerta del Sol, pero fue destituido de todos sus cargos oficiales en 1754 a causa de una serie de intrigas palaciegas.





El proyecto original de Ventura Rodríguez no solo incluía levantar el edificio, sino la proyección de una reforma de toda la plaza. Pero el 10 de Agosto de 1759 muere Fernando VI y ocupa el trono Carlos III, quién encarga el proyecto de las obras del nuevo edificio al arquitecto francés, Jaime Marquet. Tras la coronación de Carlos III, empieza la destitución paulatina de Ventura Rodríguez. Marquet empieza como director de obras en tareas secundarias y poco a poco sus competencias van creciendo hasta que a finales de 1760, figura como único responsable de la obra. Esa fecha será la que aparece por todos los historiadores como la de inicio de la construcción del edificio.
El edificio será de planta rectangular que se organiza en función de dos patios interiores. La fachada principal, recorrida al igual que las laterales por un zócalo de granito, está formada por cinco cuerpos ordenados simétricamente. El central, de almohadillados sillares de piedra caliza, comprende la puerta principal, de arco de medio punto con un medallón de Hércules sobre la clave, flanqueada por dos vanos, a la que se superponen tres vanos de sencillas molduras y un recuadro con guirnalda sobre cada uno de ellos, que dan lugar a un volado balcón corrido apoyado en cuatro grandes ménsulas de cabeza de león que sostienen una argolla con la boca. La cornisa es rematada por un frontón triangular que ostenta el escudo real con leones y trofeos, obra, al igual que el resto de la decoración, del escultor Antonio Primo.





Además de Casa Real de Correos, este edificio albergó la Capitanía General, el Gobierno Militar y la Guardia de Prevención. En 1847 fue sede del Ministerio de la Gobernación, para lo que el edificio fue reorganizado interiormente, aunque su planta baja seguía siendo utilizada como oficina principal de Correos. En esta época que era Ministerio del Interior, le fue añadida una torreta metálica para el espejo telegráfico, que más tarde se suprimiría.

Cuando fue derribada la iglesia del Buen Suceso de la Puerta del Sol, el reloj de la iglesia, conocido por los madrileños como el reloj impuntual, se colocó en la fachada de nuestro edificio, dando las campanadas adelantadas, atrasadas y marcando una hora totalmente irregular siempre. A pesar de las veces que se intentó arreglar la maquinaria del reloj, no fue hasta 1866, cuando se instaló el actual, obsequio del relojero José Rodríguez de Losada, lo que motivó la construcción que hoy presenta sobre el frontón y más tarde se levantó el templete que cobija la famosa bola que desciende al dar las doce campanadas.















En la época franquista, el edificio se convirtió en la Dirección General de Seguridad del Estado, posiblemente el peor momento que pudo vivir este singular edificio, donde las historias de torturas en sus calabozos, no han podido olvidar más de uno. Actualmente el edificio, tras ser adquirido por la Comunidad de Madrid, es la sede de la Presidencia de la Comunidad.

Por la Real Casa de Correos, ha pasado cantidad de sucesos, como el levantamiento del 2 de mayo, algaradas, proclamas, barricadas, aclamaciones, atentados, una de las más famosas páginas de la historia de este edificio, fue la proclamación de la Segunda República española, el 14 de abril de 1931.






miércoles, 19 de mayo de 2010

Monumento a Cervantes



El monumento a Cervantes se encuentra en lo que fue el antiguo Prado de Leganitos y donde estuvo el Convento de gilitos que dio paso al Cuartel de San Gil. Hoy en día está en esos terrenos la Plaza de España de Madrid, de la que hablaremos largo y tendido en un futuro artículo sobre la plaza.
Al llegar el 300 aniversario de la muerte del escritor, un año antes, en 1915, se convocó un concurso para conmemorar dicha fecha con un gran monumento que levantó gran interés y que sería pagado por suscripción popular entre todos los países de habla hispana. La exposición de los cincuenta y tres bocetos que se presentaron, quedó instalada en el Palacio de Cristal del parque del Retiro, exposición que se inauguró con la asistencia de los reyes.
El 15 de Octubre de ese mismo año, quedaron los tres finalistas del concurso, donde después de una gran disputa entre los académicos y los de Bellas Artes, salió ganador el proyecto del arquitecto Rafaél Martínez Zapatero y el escultor Lorenzo Coullaut-Valera. Pero no fue hasta 1928 cuando se empezó a construir el monumento, con la colaboración del arquitecto Pedro Muguruza, que cambió el estilo plateresco del conjunto por otro mucho más austero y sobrio de acuerdo con la época.

Proyecto ganador de Rafaél Martínez Zapatero y Lorenzo Coullaut-Valera



Muguruza dejó el conjunto desornamentado, suprimiendo la balaustrada que lo debía rodear y hoy en día todavía el conjunto se encuentra inacabado, ya que tampoco se llegó a construir la Victoria Alada que debería de haber coronado todo el monumento.




fotografía de 1920 cuando la estatua de Don Quijote y Sancho se encontraba muy separada del monumento



El monumento que tiene un estanque delante, está construido en piedra y bronce y pasamos a describirlo.





Sobre un alto pedestal que tiene grabado en rojo y azul la Cruz de Malta, se encuentra la figura sentada del Príncipe de los Ingenios, don Miguel de Cervantes, auténtico puesto de honor de todo el monumento.

escultura de la figura sentada de Cervantes encima de un gran pedestal



Sin embargo, otro grupo escultórico, en este caso en bronce y que se encuentra separado de todo el grupo, la de el Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha y Sancho Panza, es la que acapara más curiosidad y fotografías de los visitantes. A lo largo de los años ha pasado a ser, la auténtica protagonista de todo el monumento.

Don Quijote con Rocinante y Sancho Panza con el burro, asno o "Rucio".Podemos ver también la Cruz de Malta grabada en el pedestal donde se encuentra la figura de Cervantes



vista del conjunto escultórico de Don Quijote y Sancho, separado del monumento






Don Quijote y Rocinante



Sancho Panza con su burro









Estatua de Don Quijote y Sancho



Al estar separada del resto del conjunto, provoca el efecto de avanzar con respecto al resto


A los lados se encuentran las estatuas en piedra de las dos Dulcineas: Dulcinea del Toboso y Aldonza Lorenzo, que junto a los grupos escultóricos de ambos lados, representando novelas del escritor, Rinconete y Cortadillo y La Gitanilla, fueron instaladas en los años cincuenta por Federico Coullaut-Valera, hijo del escultor del resto del monumento.

Escultura de Aldonza Lorenzo



Grupo escultórico de Federico Coullaut-Valera que representa a Rinconete y Cortadillo



grupo escultórico de "La Gitanilla"


En la cara contraria, la noroeste, se encuentra una escultura a la Alegoría de la Literatura, que corona una fuente monumental, flanqueada por otras dos esculturas que representan al Misticismo y al Valor Militar



Monumento visto desde su cara noroeste





Alegoría de la Literatura



Esculturas que representan al Misticismo y al Valor Militar en la fuente monumental



Conjunto escultórico encima de la fuente monumental




Escultura que representa al Valor Militar




El monumento está coronado por un grupo escultórico que representa a los cinco continentes, que sujetan una bola del mundo. Justo encima de esta bola, debería de haber una Victoria Alada que nunca se llegó a instalar.

grupo escultórico de "Los cinco Continentes" que corona el monumento




vista del monumento y el estanque




vista nocturna del monumento a Cervantes en la Plaza de España