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lunes, 6 de diciembre de 2010

Palacio de las Cortes



Como homenaje a la Constitución, hoy 6 de diciembre, vamos a conocer el edificio del Palacio de las Cortes, que alberga una de las dos Cámaras del Parlamento o Cortes Generales de España, el Congreso de los Diputados. Se sitúa sobre el antiguo Convento del Espíritu Santo. Este convento sufrió un tremendo incendio en 1823 tras el que quedó vacío y abandonado.

Grabado de 1834 del convento del Espíritu Santo



En 1834, con la instauración de Régimen Liberal, el gobierno moderado de Martínez de la Rosa designó que de manera provisional se reunieran en lo que fue la iglesia del convento del Espíritu Santo, que permanecía vacía desde el incendio. En 1837 cuando los progresistas accedieron al poder decidieron la construcción de un nuevo edificio.

Grabado del Palacio de las Cortes, todavía sin los leones




Así a primera vista, la verdad es que no tiene nada que ver con sus congéneres de otros países, de estilo neoclásico es obra de Narciso Pascual y Colomer e inaugurado por la reina Isabel II en 1850. A pesar de haberse construido en el siglo XIX, la portada neoclásica del Congreso es muy digna, con un pórtico de seis columnas de estilo corintio que soportan un frontón triangular decorado por un bajorrelieve que representa a España con la Constitución, obra de Ponciano Ponzano.

bajorrelieve en el frontón de la fachada, obra de Ponciano Ponzano




detalle de las columnas de estilo corintio que sujetan el frontón



Tras las columnas se hallan las puertas de bronce que solamente se abren en grandes solemnidades, pues incluso no se ha abierto para visitas de nuestros monarcas, que entraron por la puerta de la calle Floridablanca. Las puertas se abrieron para la proclamación como Rey de Don Juan Carlos, y cuando el rey realiza la solemne apertura de sesiones del Congreso. Por delante del cuerpo central, se abre una escalinata que contienen los dos leones de bronce, obra también de Ponciano Ponzano y fundidos en 1866 con el metal de los cañones capturados al enemigo en la Guerra de África de 1860. Popularmente son llamados Daoíz y Velarde por los héroes del levantamiento del 2 de Mayo de 1808.


Leones de las Cortes

















El edificio ha tenido varias ampliaciones. En 1980, se construye un edificio que une con el primitivo mediante un puente sobre la calle de Floridablanca. En 1994 se hace una nueva ampliación y reforma y en 2006 se hace una nueva ampliación uniendo dos antiguas sedes e entidades bancarias. En 2009, en unas obras de saneamiento y rehabilitación del sótano, se encontraron restos humanos que posiblemente procedan del antiguo cementerio del convento sobre el que está construido el edificio.

Fachada del Palacio de las Cortes, obra de Narciso Pascual y Colomer



Dejaremos para otra ocasión el interior del edificio.


viernes, 12 de noviembre de 2010

El Palacio Real (o de Oriente)



Habría que trasladarnos a la España musulmana para contemplar el castillo que se levantaba en el mismo lugar que ocupa hoy el palacio, hasta la llegada de los Reyes de Castilla, quienes transformaron la fortaleza en el antiguo Alcázar. El Emperador Carlos I, a pesar de que no vivió en el Alcázar mandó su ampliación y mejora. Felipe II continuó las obras , mejorando y engrandeciéndole, eran los tiempos en que se instaló la Corte en Madrid y en la que el pintor Velázquez tenía un estudio dentro de dicho Alcázar, donde pintaba y trabajaba y el que podemos ver en el cuadro de Las Meninas.

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En la nochebuena de 1734, reinando ya los Borbones, el Alcázar fue pasto de las llamas en un espectacular incendio que lo destruyó por completo. Con el antiguo Alcázar, se quemaron cuadros de Durero, Tiziano, Velázquez, Rubens y Van Dyck. Felipe V, primer Borbón de la Dinastía, ordena construir un nuevo Palacio (detestaba el Alcázar y vivía en la Granja de San Ildefonso) al arquitecto italiano Filippo Juvara. El proyecto era de 476 mts de fachada por cada lado, 28 mts de altura, 34 puertas de acceso, 23 patios, 3000 ventanas, que hacía que el Palacio se tuviera que construir en otro lugar debido a sus proporciones, pero el monarca quería que estuviera en el mismo lugar que el incendiado. Así que otro arquitecto, Juan Bautista Sachetti, discípulo del anterior, presenta otro proyecto de reducidas proporciones pero utilizando parte de los planos de Juvera, ahora serán 131 mts en vez de los 476 iniciales. Felipe V muere mientras duran las obras y el siguiente Borbón, Fernando VI le da un gran impulso a las obras, al igual que siguiente monarca, Carlos III.


Entrada principal del Palacio (fachada sur)



Carlos III, llega a Madrid de Nápoles, donde reinaba. Había nacido en Madrid y admiraba profundamente la ciudad, de tal modo, que llegó a cambiarla y transformarla por completo. Acabaría las obras del nuevo Palacio, reformando, ampliando y decorando, el arquitecto Francesco Sabatini. Carlos III es el primer monarca que ocupa el Palacio, aunque su esposa Maria Amalia de Sajonia muere cuatro años antes y de ahí la famosa frase que dijo Carlos, "es el primer disgusto que me ha dado en nuestro matrimonio". Desde ese momento, fueron muchos reyes los que siguieron habitando el Palacio, hasta llegar al último monarca inquilino, Alfonso XIII.
También vivió durante un tiempo efímero el Presidente de la Segunda República Manuel Azaña, el cual se convirtió en el último personaje que habitó el Palacio y que durante ese tiempo se pasó a llamar "Palacio Nacional". Hubo incluso un rey intruso que habitó el Palacio, fue José Bonaparte, hermano de Napoleón, que durante la invasión de los franceses en la guerra de la Independencia, fue nombrado rey de España. Apodado como "Pepe Botella" por su afición a la botella, aunque hoy en día se está demostrando que no era cierto, también le llamaban "Pepe Plazuelas" los madrileños, por estar continuamente derribando casas para hacer plazas. Entre ellas, la más famosa es la Plaza de Oriente.


Fachada a la Plaza de Oriente






Pepe Botella quería que desde la puerta del Sol, se viera el Palacio y así mandó derribar todas las casas, iglesias y conventos que estuvieran de por medio. También tenía un plan para derribar todo ante el Palacio y San Francisco el Grande, y un túnel que conectara el Palacio con la casa de campo. Este si se construyó y de hecho, sigue existiendo la salida del túnel actualmente a pesar de todas las obras de enterramiento de la M-30, eso sí... ni sombra de lo que fue. Pues sigamos hablando de los derribos que Pepe hacía y centrémonos en los que derribó queriendo ver la puerta del sol. A la llegada a Madrid de Fernando VII, se encuentra con un amplísimo solar delante del Palacio a causa de los derribos y que no pudo acabar Pepe, por tener que irse de España, es el terreno de la actual Plaza de Oriente. Ese mismo año se dispone la construcción del Teatro Real en parte del solar que incluso tendría una galería circular que lo uniría con Palacio, pero a pesar de que se comenzó la edificación, el proyecto se abandonaría más tarde. Será a la muerte del monarca, cuando su sucesora al trono, Isabel II, tome la iniciativa de hacer una gran plaza ante el Palacio. Es el tutor de la reina, Agustín Argüelles y del intendente de la Casa Real, Martín de los Heros, los que le darán a Isabel la idea. Será la Plaza que dará nombre desde entonces al Palacio.




En el centro de la plaza, nos encontramos ante una de las más bellas estatuas ecuestres del mundo, la estatua de Felipe IV, del escultor Pedro Tacca, el mismo autor de la estatua de Felipe III que se encuentra en la Plaza Mayor. Velázquez pintó un cuadro de Felipe IV que se envió al escultor para la construcción de la obra, pero el encargo del monarca, exigía algo difícil y excepcional, quería que el caballo tuviera las dos patas delanteras levantadas, un difícil problema de equilibrio, pero fue Galileo Galilei el que ofreció la solución: hacer maciza la parte posterior del caballo y en hueco la parte delantera.


Estatua ecuestre de Felipe IV






Rodeando la plaza se encuentran parte de las estatuas que coronaban el Palacio y que por motivos de seguridad por el peligro del peso que representaba para el edificio, y parte por estética, Carlos III mandó que se bajaran. Las estatuas representan a reyes y reinas de España y están repartidas por varios sitios en Madrid.









La otra parte de la Plaza está dominada por otro edificio singular de Madrid, el Teatro Real






Las otras caras del Palacio, son: La Plaza de la Armería, donde se encuentra la catedral de la Almudena, los jardines del Campo del Moro (llamados así porque allí acamparon las tropas del caudillo musulmán Alí Be Yusuf, que en el año 1109 intentó reconquistar Madrid que estaba en manos de los cristianos), y por último, los Jardines de Sabatini (en honor al arquitecto que acabó la construcción del Palacio y por encontrarse en el lugar donde Sabatini construyó las Reales Caballerizas).


Jardines del Campo del Moro
















El Palacio es una verdadera belleza, su interior, con sus salas, comedor, salón de columnas, salón del trono y habitaciones privadas de los monarcas que lo habitaron, sus escaleras, su plaza de la armería, su capilla real, hacen de este Palacio que sea uno de los más bellos del mundo.























Vista del Palacio desde el interior de la catedral



Plaza de la Armería

jueves, 11 de noviembre de 2010

Palacio de Adanero



El palacio de los condes de Adanero es un opulento palacio levantado a primeros de siglo en las cercanías de lo que fue la puerta de Santa Bárbara en lo que hoy es la glorieta de Alonso Martínez. Su fachada se encuentra en la calle de Santa Engracia y ocupó el terreno de la antigua Fábrica de Tapices que fundó Felipe V en 1720 sobre un caserón que se conocía como la Casa del Abreviador que había sido un almacén de pólvora.

Fue después del derribo de la Fábrica de Tapices cuando se construyó este palacete nobiliario de primeros del siglo XX entre 1911 y 1913 por el arquitecto Mariano Carderera sobre un proyecto de Joaquín Saldaña.




La colección de pinturas de los Adanero, fue una de las colecciones privadas más importantes, resultante de la herencia recibida por Gonzalo de Ulloa y Calderón, conde de Adanero, que dejó todo tras su muerte por la caída de un caballo, a su viuda Doña Josefa y sus cuatro hijos, incluyendo unas preciosas y excepcionales lámparas de cristal de La Granja y de Bohemia.

Este palacio fue durante la Guerra Civil, almacén de objetos valiosos requisados. En este edificio dicen que instaló su despacho, Dolores Ibárruri.




Tras un arrendamiento que firmó la condesa viuda de Adanero con el Sindicato Nacional del Metal en 1940, la condesa vendió el palacio al Instituto Nacional de Administración Pública, que en 1959 derribó su pabellón trasero, las caballerizas y las cocheras, levantando un nuevo edificio anexo destinado a la Administración. Actualmente el palacio es la sede del Ministerio de Política Territorial.

domingo, 3 de octubre de 2010

Palacio de los Bauer



El Palacio fue construido en el siglo XVIII para los marqueses de Guadalcázar sobre un solar que perteneció al antiguo Noviciado de la Compañía de Jesús y en el siglo XIX fue adquirido por una familia de banqueros hebreos, Los Bauer.

El Palacio de los Bauer fue el centro de la vida musical en Madrid en donde se dieron grandes fiestas aristocráticas, con un amplio jardín y un extraordinario salón de música, que fue el centro de la casa y de la ciudad entera, musicalmente hablando y sin olvidarnos del Palacio de Parcent que se encontraba en la misma calle y que compartieron experiencia musical. En el Palacio había dos tipos de reuniones: las grandes fiestas con baile de gala y otras más íntimas, que eran las que preferían los artistas. Los Bauer protegían a los artistas a la vez que los tenían cerca para su diversión y los artistas seguían ese interés con el suyo propio al poder ejercer como tal. Aquí debieron de empezar a cocerse los paparazzis, porque a altas horas de la noche, la gente se agolpaba cerca del palacio para poder ver quien salía de los bailes y los conciertos. Después los Bauer que era una familia de banqueros hebreos y tras un escabroso tema financiero, tuvieron que abandonar el país y vendieron el palacio, que cayó en el olvido sumiendo en una profunda tristeza a todos los artistas.
Pero musicalmente hablando, estaría por llegar la época dorada de este edificio, cuando el palacio se convierte en el centro más vivo de la música madrileña.


Foto de Urbanity, fijaos que no está la ventana ovalada encimma de la puerta




En 1940 se hace cargo del palacio el Estado y el palacio Bauer se convierte en Conservatorio gracias al padre Otaño, una personalidad de la música española y de una forma un poco tramposa, logró conseguir el antiguo palacio para sede del Conservatorio de Música y Declamación. Tras reformar el edificio y su jardín, y transformar el salón de baile en auditorio, el conservatorio estaba a pleno funcionamiento gracias al recién nombrado presidente de la Orquesta Filarmónica, académico de Bellas Artes de San Fernando, miembro del Consejo Nacional de la Música y director de la revista Ritmo, padre Otaño. El ambiente en la zona era insuperable. Enfrente estaba la Universidad Central y la animación de los estudiantes de las facultades y los del Conservatorio, hicieron de la calle San Bernardo un ir y venir de jóvenes que daban vida a este trozo de la ciudad que se había convertido en el centro musical y de enseñanza.









El Conservatorio se traslado más tarde al Teatro Real y otra vez quedó abandonado, pero la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando declararon el edificio monumento nacional, entregándose el edificio para la Escuela Superior de Canto. En 1971 se creó el Coro de la Escuela Superior de Canto, que hoy en día es el Coro Nacional.




Este magnífico palacio decimonómico del Madrid del siglo XVIII sigue estando en pié y bien cuidado, es todo un placer ver sus ventanas enrejadas y pensar en los grandes conciertos que el Cuarteto Vegh, interpretando los cuartetos íntegros de Bela Bartok, iniciaron los llamados Conciertos del Conservatorio, en donde se agrupó lo más sensible de la afición madrileña y que luego le siguieron otros, siendo como hemos dicho, el centro de la vida musical en Madrid. Aquellos días en que los jóvenes universitarios cruzaban la calle para poder conquistar a las jóvenes estudiantes del Conservatorio. Qué tiempos...


sábado, 2 de octubre de 2010

Palacio de Sonora



En un solar que pertenecía al Marqués de la Regalía, se construyó una casa para el Marqués de Grimaldi, según un proyecto de Ventura Rodríguez y José Serrano. La casa fue destruida totalmente por un incendio en 1789 y el solar pasó a ser propietaria la marquesa de Sonora en 1797, que encargó al arquitecto Evaristo del Castillo la realización de un Palacio. En 1847, el palacio pasó a manos del financiero Mariano Bertodano y en 1851 a Javier de Quinto. El palacio pasó a manos estatales ese mismo año por un millón de reales.






En 1951, Javier Barroso lleva acabo una restauración espantosa, convirtiendo el palacio en una especie de Escorial en miniatura que recordara a las construcciones de los Austrias y como pasaba en esos tiempos, el palacio quedó en la típica construcción de emblema franquista. Al edificio se le adosaron cuatro torres con chapitel de pizarra. El edificio era simple y sencillo, en el que solo resaltaban las ménsulas que sujetaban el dintel de la puerta, el escudo nobiliario encima del primer balcón de encima de la puerta. Las ventanas de la planta baja son rectangulares con rejas forjadas, la primera planta con balcones decorados con dinteles mensulados y la tercera planta con ventanas cuadradas. Construido con ladrillo rojo, granito y piedra blanca de Colmenar, ignoro si el proyecto de Evaristo del Castillo incluía los vértices de las esquinas con la piedra blanca o si ha sido la desafortunada restauración de postguerra, la que decoró así las esquinas para hacer juego con las torres espantosas ministeriales. Siempre lo he conocido como la sede del Ministerio de Justicia.





No obstante, este palacio es impresionante de grande, solo hay que fijarse en las calles que lo rodean, para ver que las paredes del edificio se pierden en la distancia. Cada vez que paso por allí siempre me pregunto lo mismo. Cuantas habitaciones tendría este palacio y para qué querrían tantas?. Solo contando las ventanas exteriores me da más de 150 ventanas, a eso hay que sumarle las interiores y las puertas, madre mía que hartazón a limpiar cristales.












Actualmente tiene tres patios, ignoro si antiguamente tendría algún jardín como lo tienen el Palacio de Parcent y el Palacio de los Bauer.