martes, 14 de febrero de 2012

La cúpula de las Comendadoras resplandece de nuevo



La iglesia de las Comendadoras de Santiago en Madrid acaba de estrenar una flamante cúpula que hace destellar el cielo de Madrid cuando los rayos del sol alcanzan las miles de piezas de zinc que cubren su cubierta. Viendo Madrid ha podido estar allí junto a la arquitecta Emanuela Gambini, encargada del proyecto de la realización de las obras que se están llevando a cabo en muchas de las dependencias del convento. En Marzo estarán finalizadas las obras sumándose así a la preciosa Sacristía de los Caballeros, la capilla de la Fuente de los Caballeros, la Capilla del Tránsito, la del Locutorio, la de las Flores, la de los Hábitos, la de las Niñas y el Patio de Moradillo. Después las obras se centrarán en la iglesia, el primer cuerpo de las torres y el zaguán, tendremos que esperar más tiempo para saber que ocurrirá con la hermosa fachada barroca del templo. La Comunidad de Madrid junto al Patrimonio Histórico Artístico, seguirán hasta marzo con el programa de visitas "Abierto por obras", programa que consiste en poder visitar in situ las obras que se realizan en el interior de la iglesia y las estancias ya rehabilitadas, para que los ciudadanos puedan ver el proceso de rehabilitación de esta joya del Patrimonio Histórico de Madrid, construido entre los siglos XVII y XVIII por los hermanos Manuel y José del Olmo, por encargo de Mariana de Austria. Carlos III encargaría más tarde el resto de la construcción de la manzana completa del convento al arquitecto Francisco Sabatini.
La iglesia con planta de cruz griega, contiene un cuadro realizado para el altar mayor de la iglesia en 1695 por el pintor barroco Lucas Jordán, que representa la aparición del Apóstol Santiago en la batalla de Clavijo, restaurado recientemente, y que será puesto en el altar mayor cuando finalicen las obras que durante 11 años se llevan realizando. Con un presupuesto de 5,3 millones de euros, a los que la obra se está ajustando milimétricamente, la restauración se está ejecutando antes del tiempo acordado. A la pregunta que hice a la arquitecta Enmanuela Gambini, del porqué se han podido cumplir los plazos ajustándose al presupuesto (ya que estamos acostumbrados a que siempre sea lo contrario), Gambini respondió que la respuesta es muy fácil y sencilla: "El secreto de un trabajo bien realizado es no coger varias obras a la vez, ya que hacen que ninguna de ellas se realice correctamente, y una haga que se pare la otra, que a su vez relentiza la siguiente. Hay que dedicarse a una sola obra en cuerpo y alma, el resultado siempre será satisfactorio". Todo un referente a seguir, de alguien que ama el arte y que valora lo que hace, y cuando se tiene entre manos un tesoro artístico del calibre del convento de las Comendadoras, es muy de agradecer el saber que está en buenas manos. Si no se hubiera ejecutado esta restauración, posiblemente se hubiera perdido la iglesia, ya que estaba en peligro de derrumbe.
Viendo Madrid tendrá paciencia y algún día podré ofreceros un artículo de esta maravillosa iglesia donde se nombraban a los Caballeros de la Orden de Santiago, luciendo tal y como lo hizo en manos de los hermanos del Olmo. Emanuela Gambini será la encargada de mostrarnos el templo en todo su esplendor.







La cúpula ha sufrido un gran deterioro a lo largo del tiempo, por lo que la estructura de madera que soporta la cubierta y la linterna, ha transmitido empujes horizontales al tambor y a los elementos de apoyo sobre éste, que han producido a su vez mas deformaciones. También existía una gran grieta vertical en el centro del ábside del altar mayor provocada por problemas estructurales. Ahora se han consolidado todos estos problemas, tratando la madera con todos los medios necesarios para su conservación y se está reconstruyendo la cubierta de la cúpula y de los elementos ornamentales de zinc, siguiendo los modelos originales. Las grietas se están reparando mediante sellado con mortero de cal, respetando con máxima afinidad todos los materiales originales y una vez cosido todos los paramentos exteriores de la iglesia y las torres, se procede al acabado mediante revoco con polvo de mármol, siguiendo las técnicas tradicionales en toda la parte alta hasta la cornisa principal.






vista de la linterna




vista del tambor




interior de la cúpula




fase de restauración del interior de la iglesia
















jueves, 9 de febrero de 2012

Fuente de La Cruz Verde



Estamos ante la Fuente de Diana Cazadora, conocida popularmente como la Fuente de la Cruz Verde, por estar en esta plaza. Nombre que le viene por haber existido en ella una gran cruz de madera pintada de verde.
Porque una cruz verde?, pues porque era lo que se ponía en el lugar donde se llevaban a cabo las ejecuciones de la Inquisición. Se construyó esta fuente en 1850 estando como corregidor alcalde de Madrid, el marqués de Santa Cruz, como reza en la piedra. El grupo escultórico de la fuente era el que estaba en la desaparecida "Puerta Cerrada", realizado en el siglo XVIII por Ludovico Turqui y Francisco del Valle.




Está alojada en el muro que separa el alto desnivel entre la calle de Segovia y la calle Mayor, y era la fachada del antiguo huerto del convento del Santísimo Sacramento, del que hablamos en otro artículo dentro de este blog. Podemos ver que la fuente no es igual que las que se solían construir en la época y parece más la típica fuente de caños para abastecer de agua potable a la barriada. Junto a la escultura de Diana en blanco mármol, junto a dos delfines mitológicos, podemos contemplar un escudo de Madrid con el Oso y el Madroño y una placa donde reza el nombre del marqués de Santa Cruz y el año de construcción. La fuente se remata con siete caños de agua.






Una visita a esta plaza de Madrid es esencial para cualquiera que quiera recorrer otros tiempos de la ciudad. Justo enfrente de la fuente se encuentra la iglesia de San Pedro (de la que hablamos también en otro artículo) y la plaza de la Paja. El único inconveniente es pensar en toda esa gente que moriría en ese lugar por algo tan dramático que existió en este país, como fue la Santa Inquisición.

jueves, 2 de febrero de 2012

La Mona Lisa del Prado



Una copia del famoso cuadro de Leonardo Da Vinci, La Gioconda, se encuentra desde 1666 en España, sabiendo de ella por primera vez por los datos de la colección Real del Alcázar de Madrid. Una reciente restauración e investigación que se ha llevado a cabo en el Museo del Prado, ha revelado que nuestra Mona Lisa madrileña particular, no es una copia cualquiera, ya que se trata de una copia realizada al mismo tiempo y en el mismo lugar que la original, es decir, se pintaron a la vez, ya que se ha demostrado que muchos detalles que se modificaron en el momento de pintarla, se realizaron también en este cuadro. Lo que no sabemos es porqué se descubre ahora, cinco siglos después de que se realizara. Ha sido ahora cuando al quitar el fondo negro que cubría el fondo, se ha descubierto el mismo paisaje toscano que se encuentra en el original, e incluso en esta versión, podemos ver a la Mona Lisa con cejas y un perfecto encaje en el escote del vestido y pliegues de la ropa que no se puede apreciar en el que pintó el maestro. ¿Pero quién pintaría de negro todo el fondo ocultando el paisaje y sus colores, y porqué?, es algo que no sabremos nunca, pero que seguramente fue en el siglo XVIII.

Es difícil asegurar quién es el autor de esta réplica de la Gioconda, pero puede tratarse de Francesco Melzi, uno de los discípulos de Leonardo o de Andrea Salai, que llegó a ser amante del maestro. Lo que nunca sabremos es como el gran Leonardo permitió que alguien fuera copiando una obra a la misma vez que él lo pintaba. No quiero pecar de chaquetero, pero creo que me gusta esta copia más que el original, con esa cara tan dulce y mucho más joven que la que nos ofrece el cuadro del Louvre, o será porque esta copia estará en Madrid después de que vuelva del Louvre. Allí estará al lado de la famosa Gioconda, la que un día pintara Leonardo da Vinci, mientras que junto a ella se iba perfilando la Gioconda madrileña. Cinco siglos después, los dos cuadros volverán a estar juntos y pronto tendremos de vuelta a nuestra Mona Lisa del Prado en Madrid.

lunes, 23 de enero de 2012

Fuente de Neptuno



La Fuente de Neptuno se encuentra en la Plaza de Cánovas del Castillo, entre el Hotel Palace y el Hotel Ritz, cerca del Palacio de Villahermosa (Museo Thyssen), del Monumento a los héroes del dos de Mayo, la Bolsa de Madrid y a muy poquitos pasos del Museo del Prado, de la iglesia de los Jerónimos y del Palacio de las Cortes.




Carlos III fue el que dotó a Madrid del Salón del Prado, un gran paseo donde se juntaba la cultura y el esparcimiento de los madrileños, con museos, fuentes, árboles y monumentos. Para este paseo se proyectaron tres Fuentes que trazó Ventura Rodríguez: La Cibeles, Apolo y Neptuno.




La Fuente de Neptuno en su ubicación original estuvo en el Paseo de Trajineros, que era la calle que unía Cibeles con la Plaza de la Lealtad, mirando de frente a la Cibeles, pero en 1898 se instaló en su ubicación actual. Se comenzó a construir en 1777 con mármol blanco de Montesclaros (Toledo), aunque sinceramente... yo no la veo muy blanca ultimamente, alguien debe haber cogido una brocha para darle una manita de pintura y se ha quedado tan fresco. Fue Juan Pascual de Mena el que empezó con las esculturas, pero murió en plena construcción del pilón. Las figuras de Neptuno y los caballos, se cree que los esculpió José Arias.






Al igual que la Cibeles, la de Neptuno también consiste en un carro, que en esta ocasión en vez de leones, son caballos marinos, con medio cuerpo de pez. El carro, es una concha gigante sobre la que está la figura del dios de las aguas, apoyando uno de sus pies en una caracola. En la parte trasera una pequeña pila también en forma de concha, recoge el agua que expulsa una especie de delfín o bicho marino, con cara de pocos amigos, que está apoyado en la pierna del Poseidón. Más cerca del agua, focas y delfines, estos últimos se encargan de expulsar un ridículo chorrito de agua por la boca. Tres surtidores expulsan grandes chorros de agua, dos verticales saliendo del pilón que expulsan a varios metros de altura y uno en forma de arco que sale de la concha. Neptuno porta una serpiente marina en la mano derecha y un tridente en la izquierda.

Dicen que es la más bella de todas las fuentes del Paseo, pero yo me sigo quedando con la diosa. Veo a Neptuno como... no sé... muy bajito?