martes, 16 de marzo de 2010

Jardín del Principe de Anglona



El jardín del Príncipe de Anglona es otro de esos pequeños parques o jardines que se encuentra escondido y es desconocido para la gran mayoría de los madrileños. El jardín, se encuentra pegado al Palacio de Anglona, un jardín nobiliario del siglo XVIII que ha llegado hasta nosotros en pleno corazón del Madrid de los Austrias. Es un jardín colgante, sujetado por muros de ladrillo y granito, que salvan el desnivel entre la calle Segovia y la Plaza de la Paja.





Los terrenos donde se ubica el Palacio de Anglona, primero fueron un grupo de casas que pertenecieron a don Alvaro de Benavides y don Diego de Vargas. Más tarde el palacio fue pasando de mano en mano, pero eso lo dejaremos para otro artículo, así que sigamos con el jardín.





El diseño del jardín como tal es obra de Nicolás Chalmandrier, en 1761, en estilo neoclásico y como pequeña zona de recreo del palacio, siendo dueño en ese momento el Conde de Benavente














El palacio fue más tarde del Duque de Osuna, que luego pasó a su hermano, el teniente general en la guerra de la Independencia, Pedro de Alcántara Téllez-Girón Pimentel, príncipe de Anglona y marqués de Javalquinto, y finalmente en 1872 compra el Palacio al primogénito del Príncipe de Anglona, el marqués de la Romana, que en 1920 encarga la restauración del jardín tal y como lo conocemos hoy, al arquitecto autor entre otros, de los jardines de El Capricho de Madrid, Javier Winthuysen Losada.



Es un pequeño jardín con árboles frutales, como un plátano, una acacia y una mahonia, junto a setos de bojes, madroños, laureles y lilos, granados, kaki, almendros y plantas que ocupan entre todo, 500 mt2 rodeado por una tapia, menos en el lado que da con la fachada del Palacio. Existe solo una puerta desde la calle Príncipe de Anglona a su muerte en la Plaza de la Paja, "calle sin puertas", se la llamó en la época, por haberse construido para comunicar la puerta principal del Palacio (ubicada en la Costanilla de San Pedro), con la Plaza de la Paja, ya que la fachada del palacio que da a esa calle, no tiene puertas.






El parque está abierto con horario restringido, cerrándose la verja en horario nocturno. El suelo es de ladrillo en forma de espina de pez, tiene templete, cenador, pergolas, dos bancos y dos fuentes.

Una fuente es de de taza baja de granito virgen sin pulir, la otra, con forma de una columna retorcida, que fue añadida en los tiempos modernos, desplazando a la auténtica fuente estrella del jardín hacia un lado del parquecillo.





Hoy en día, pertenece al Ayuntamiento de Madrid, que es el que se encarga de su conservación y mantenimiento.

lunes, 15 de marzo de 2010

Trivial Madrid

Iniciamos esta nueva sección, "Trivial Madrid", donde nos encontraremos con alguna pregunta sobre Madrid. Serán preguntas visuales la mayoría de las veces, pero también podrán ser culturales, históricas, actuales, etc, en cualquier caso... será alguna pregunta relacionada con nuestra ciudad. En este caso mi pregunta será ¿donde estamos viendo Madrid? y vosotros tendreis que decir donde nos encontramos y qué vemos. Una sección, donde podeis participar todos vosotros.
Ya veremos según el grado de aceptación, si nos hacemos con una lista de puntuación, según las respuestas obtenidas y sobre todo... si hay alguna forma de que vosotros podais subir vuestras preguntas también.


miércoles, 10 de marzo de 2010

Iglesia del convento del Corpus Christi (Las Carboneras)



La iglesia del Corpus Christi, pertenece al convento de religiosas jerónimas, llamadas "Las Carboneras" por un cuadro de la Inmaculada encontrado en una carbonería. Cuenta la historia, que unos muchachos jugaban con el lienzo que el padre de uno de ellos les había dado. Dicho señor tenía una carbonería donde encontró el lienzo entre el carbón y antes de tirarlo, se lo entregó a su hijo para que jugara con él. Un franciscano que pasaba por allí, vio el lienzo con el que jugaban los chicos y se lo compró por unos reales. El franciscano, fray José de Canalejas, llevó el cuadro al convento más cercano que estaba por allí, siendo nuestro convento del Corpus Cristi de religiosas Jerónimas las encargadas de custodiar el cuadro desde entonces. Desde ese día, el convento se conoce como "Las Carboneras".
El convento fue fundado por una descendiente de Beatriz Galindo "La Latina", era Beatriz Ramírez de Mendoza, condesa de Castellar, que conseguía el 8 de septiembre de 1607 fundar el nuevo convento, y aunque vivió en el mismo, murió sin poder profesar. Pronto trajo a las primeras religiosas, que junto a su hermana y su hija, doña Juana Ramírez de Saavedra, formaron una comunidad pronto acreditada por su rigurosa vida y notables virtudes.

El arquitecto del edificio fue Miguel de Soria, el que estaría satisfecho si viera que más de cuatrocientos años después, su edificación sigue intacta desde el día de su inauguración, siendo de los poquitos edificios que existen hoy en Madrid, que se mantienen como el primer día.
Desde fuera, nadie pudiera saber que se trata de un monasterio, ya que no hay nada que indique lo contrario, ni torres, ni campanarios, ni cruces, ni atrios, solo un pequeño detalle en la puerta, una portada barroca con un relieve sobre el dintel, que representa a San Jerónimo y Santa Paula adorando al Santísimo Sacramento y rematado por una cruz, obra de la escuela de los Leoni. Ese es el único guiño religioso que ornamenta toda la fachada.

portada barroca de entrada al templo



Relieve que representa a San Jerónimo y Santa Paula adorando al Santísimo Sacramento
es obra de la escuela de los Leoni



En el interior nos encontramos con una sola nave con bóveda de medio cañón de tres tramos con lunetos y piladas estriadas sin capitel. La entrada al templo se hace por el lado de la Epístola, siendo la única entrada desde la calle. A los pies de la nave, se encuentran las rejas del coro bajo y coro alto conventual.


Interior del templo





vista del alto y bajo coro conventual a los pies de la iglesia



lado del Evangelio, con el altar de la Virgen Carbonera




La capilla mayor, está elevada sobre el resto de la nave y en el retablo, obra del granadino Antón de Morales en el siglo XVII, se encuentra el lienzo que representa la última cena, obra de Vicente Carducho.

retablo del siglo XVII, obra del granadino Antón de Morales




Calvario que remata el retablo, obra atribuida a Pompoy Leoni por su semejanza al del Escorial



vista del retablo con el lienzo de la Cena




Un valioso cuadro que nos muestra una perspectiva distinta de la posición de los asistentes en la mesa, ya que estamos acostumbrados a ver la cena en horizontal, estando Jesús en el centro y los Apóstoles a ambos lados, aquí vemos la mesa hacia nosotros, estando Jesús al fondo.



el gran lienzo "La Cena", obra de Vicente Carducho








En uno de los lados de la capilla mayor, se encuentra el cuadro con la fundadora difunta.




Retablo con el lienzo de San Jerónimo, obra de Francisco Herrera "el mozo"








Retablo con el lienzo de Santa Paula, atribuido a Francisco Herrera "el mozo"




Retablo de la Virgen Carbonera. Aquí nos encontramos con un retablo rococó labrado en madera tallada, del siglo XVIII y que fue concebido expresamente para albergar el cuadro de la Carbonera. Este retablo está restaurado recientemente por la Casa Alborá, y centrado en él, el lienzo del cuadro que da nombre al convento, a las religiosas y al edificio entero. Un cuadro de dudosa calidad artística y por supuesto, anónimo. Pero la historia ha querido que sea un cuadro muy valioso en cuanto a valor sentimental y sobre todo, histórico. A ambos lados, nos encontramos con dos hornacinas vacías, de las que ignoro que habría o que habrá en un futuro.

retablo rococó del siglo XVIII que alberga la Inmaculada "Carbonera"


el famoso cuadro de la Inmaculada "Virgen Carbonera"




Retablo de la Virgen de las Tribulaciones. Un retablo de mediados del siglo XVII, de la escuela de Pedro de la Torre, que contiene unos cuadros atribuidos a Francisco Herrera el mozo. En el centro se encuentra la escultura de la Virgen de las Tribulaciones, obra de José de Tomás en 1832. En el ático, un Cristo crucificado del XVII en madera tallada de muy buena factura.









Retablo de San Antonio de Padua. Un retablo similar al anterior, de mediados del XVII y atribuido quizás a la escuela de Pedro de la Torre, Herrera Barnuevo o Alonso Cano. Es de madera tallada, dorada y policromada. La escultura del titular, es del siglo XVII. Este retablo sufrió graves daños en su mudanza de otro lugar de la nave y ha sido restaurado recientemente.








cristo crucificado en el lado de la Epístola



El resto de los cuadros del templo, no son de gran calidad y no los vamos a mencionar. Pero lo que sí es menester hablar, es del gran tesoro que se esconde en la clausura de este convento, entre los que podemos resaltar una imagen de Cristo, que según la tradición, llevaba Santa Teresa en sus viajes y que pasó luego a poder de fray Jerónimo Gracián de la Madre de Dios y donado a la fundadora, siendo lujosamente enmarcado. Se guarda en el coro.


Otra cosa que no podéis dejar de hacer, es comprar a las monjas los dulces que hacen ellas mismas. Solo el olor a rosquillas de anís que desprende el convento, es suficiente motivo para comprarlos.

lunes, 8 de marzo de 2010

Cine Avenida: del celuloide a la ropa de moda



El antiguo cine Avenida, mítica Sala cinematográfica de la Gran Vía madrileña, es desde hace poco tiempo, un centro de moda de una conocida marca. Yo no voy a entrar en ese tema, ya que muchos medios de comunicación hablaron sobre eso en su momento. Me dedicaré a poner unas fotos de lo que hoy se ha convertido parte del edificio que albergaba el cine y en los bajos una conocida discoteca. Por respetar la privacidad de la tienda, he obviado poner fotos del interior, en donde se vean maniquies, ropa, dependientes, etc. Me limito a poner fotos de lo que se ha conservado, en parte restaurado y mutilado, de algunas zonas del hall de entrada a lo que fue la gran sala, que como tantos cines de la Gran Vía de Madrid, perecieron en el intento. Descanse en paz.