En 1907, el arquitecto Daniel Zabala, en unos jardines interiores de la calle Fuencarral, construyó una capilla con cripta que se unía mediante unas pasarelas a dos palacios. Uno era un palacete pequeño, y el contiguo, era el palacio, que Martín López Aguado había construido en 1853 para el Conde Vistahermosa, que daba a la calle de Fuencarral, Divino Pastor y llegaba hasta la calle San Andrés. Una vez comprados los dos palacios, se estableció la Casa Madre, de las Religiosas de María Inmaculada, del Servicio Doméstico, una Institución que acogía jóvenes y las instruía para trabajar en el servicio doméstico y educaban en la doctrina cristiana. Este palacio había sido habitado por el duque de Montpensier, D. Antonio de Orleans, cuñado de Isabel II y que una vez salió triunfante de la revolución de septiembre, creyó que tenía todas las probabilidades de hacerse con el trono de España. Un desafío a duelo con el Infante Don Enrique, en el campo de las Ventas de Alcorcón, acabaron con todas las esperanzas del duque y sus sueños acabaron del mismo modo que acabó su vida. El palacio pasó a manos de Fermín Lasala, duque de Mandas, que llegó a ser Ministro, y en los salones de dicho palacio se hicieron reuniones donde asistieron todos los primates de la Restauración. En los jardines delanteros de este palacio, sería donde se levantase la iglesia que nos ocupa. En 1898, la Institución religiosa adquirió ambos palacios, encargando al arquitecto José Marañón, las obras de reforma y ampliación, para convertirlos en la sede del Colegio. Aquí fue cuando desapareció la imagen clasicista, rematada con torreones en las esquinas que tenía el palacio. Entre 1910 y 1915, en lo que eran los jardines delanteros, se levantó la actual iglesia neogótica haciendo chaflán entre Divino Pastor y Fuencarral, quedando el palacio encajonado detrás del nuevo edificio.
Con una fachada neogótica de dudoso gusto, a la que no sabemos si le falta una torre o si en el proyecto original le dejaron con una, se levanta esta iglesia de estilo neogótico donde estuvo el cuerpo incorrupto de su fundadora. Es una iglesia que para muchos pasa desapercibida, pero que por situarse muy cerca de mi casa, he pensado escribir este artículo para que el que no la conozca, pueda visitarla virtualmente.
vista de la portada en la fachada
balcón en la fachada neogótica
Interior del templo
El interior de la iglesia es la típica construcción neogótica, con nervaduras en sus bóvedas, arcos y ventanas ojivales y el típico blanco limpio que suelen dar de aspecto las iglesias que no son góticas de verdad. Desde luego, si en esta iglesia estuviera la piedra ennegrecida y envejecida y con los altares y ornamentos oscuros, y sus columnas no fueran corintias, podría dar el pego y pasar por gótico perfectamente. Es bastante bonita en su interior y bastante alta para lo pequeña que es. De las esculturas que contiene, ninguna es de mención importante.
arcos ojivales y bóveda con nervaduras en la nave central
El interior fue ornamentado con altares e imágenes, realizados en los talleres creados por el sacerdote asturiano, Félix Granda. El templo fue muy maltratado en la guerra, y en 1943, buena parte del interior fue restaurado por el mismo taller
pequeña nave lateral
interior del templo
En un altar lateral, bajo el ara, se conserva una réplica con el molde original de la cara hecho en cera de la santa navarra, fundadora de las Religiosas de María Inmaculada (Servicio Doméstico), beatificada por el papa Pío XII en 1950 y canonizada en 1975 por el Papa Pablo VI, madre Vicenta María López y Vicuña.