martes, 24 de noviembre de 2009

Palacio del Duque de Anglada




Don Juan de Anglada construyó su Palacio en el Paseo de la Castellana en la década de los años 70 del siglo XIX, el cual dicen se convirtió en uno de los más bellos y lujosos edificios del nuevo Ensanche de Madrid. En el plano realizado hacia 1875 la zona aún aparece sin urbanizar.

Plano Gral. Ibáñez de Ibero (h.1875) Anglada encargó su casa al arquitecto Emilio Rodríguez Ayuso. La vivienda fue construida en el centro del gran solar que ocupaba toda la manzana entre el paseo de la Castellana y las calles de Marqués de Villamagna, Serrano y José Ortega y Gasset, rodeada de árboles y jardines. Plano Parcelario (1940) Cuentan las crónicas que, tanto para el exterior como para el interior, se utilizaron los mejores materiales, el granito, la piedra de Novelda, el ladrillo y el hierro. Además del propio palacio, en las esquinas del solar se construyeron diversos pabellones o edificios auxiliares (cocheras, cuadras, casetas para los guardas, gimnasio, etc.).





Diario El Globo, 21 jul. 1880 (Biblioteca Nacional) El Palacio de Anglada fue levantado alrededor de un gran patio cerrado, al estilo árabe que entonces estaba de moda. Su calidad era tan alta y las escayolas imitando las formas de la Alhambra de Granada tan perfectas, que impresionaba a los visitantes. . En el palacio se daban cita muy distintos estilos como elementos neoegipcios en la fachada, neoclásicos en el patio y griego, romano, gótico y renacimiento en los distintos salones. El edificio estaba construido en piedra y ladrillo. Tenía dos plantas y un ático. Lo más notable de este palacio era el patio central, realizado por Contreras que reproducía al mismo tamaño, el famoso Patio de los Leones de la Alhambra. En torno a él se distribuían las distintas dependencias, dormitorios, comedor, despachos, gabinetes, tocadores… Además, los mejores pintores y escultores participaron en la decoración interior. En la buhardilla se hallaban las habitaciones destinadas a la numerosa servidumbre que solían tener este tipo de personajes y que realmente necesitaba el cuidado de un palacio de tales dimensiones, y tan costoso. Pero, antes de que terminara el siglo, Anglada se arruinó, y el Banco Hipotecario se hizo cargo del edificio. En junio de 1895 se abrió al público para una exposición de arte que alcanzó gran notoriedad en la prensa de la época debido a las maravillas que mostraba. Posteriormente, el edificio permaneció cerrado hasta que en los comienzos del siglo XX pasó a ser propiedad del Marqués del Genal y sus sobrinos los marqueses de Larios. La Ilustración Española y Americana, 8 jun. 1895 (BNE) Como era habitual entre los aristócratas de la época, el marqués del Genal era un gran coleccionista de arte, y adquirió numerosas obras muy valiosas que adornaron los salones del palacio. Pinturas –un Goya incluido-, suntuosos tapices, una sillería Luis XIV, etc. El patio árabe se convirtió casi en un museo. Para entonces los árboles que rodeaban el palacio se habían convertido en un bosque frondoso, quedando el palacio encerrado entre verdes praderas y árboles gigantes. El Palacio en un principio conocido como de Anglada, luego Palacio de Larios, fue derribado en la década de los 60 del siglo XX. Cuentan los periódicos de la época que era tal la riqueza de los materiales y elementos de la construcción que algunas personas acudieron a adquirir los azulejos, columnas de mármol, espejos, etc. para llevarlos a sus residencias. Incluso el Ayuntamiento rescató algún elemento. Como recuerdo de aquella gran mansión, hoy día podemos admirar la portada de hierro de su jardín instalada en una de las entradas al Retiro, la Puerta de O’Donnell esquina Menéndez Pelayo, abierta en 1968.
El palacio fue el primero de una larga lista de palacios del paseo de la Castellana que se derribó, en 1962. Algunos fragmentos de la entrada fueron trasladados al moderno parque de San Isidro, en Aluche, donde permanecen hoy. En su solar se construyó en 1972 el hotel Villa Magna. Los árboles situados frente a la fachada del hotel pertenecen al antiguo palacio.









Hoy día, en su solar se encuentra el hotel Villamagna






Arte en Madrid (gracias a Mercedes Gómez)
y fotos de artedemadrid y 3 de Juanjo de Urbanity

sábado, 21 de noviembre de 2009

San Andrés: El barrio de San Isidro



En torno a la parroquia de San Andrés, nos situamos en uno de los centros fundamentales y de mayor historia del Madrid antiguo. Aquí estaban los palacios de los Lasso de Castilla, de los Vargas, de los Lujanes, los de Alvarez de Toledo, los de Anglona, etc. La zona está enmarcada por tres plazas: La plaza de la Paja, la de Carros y la de San Andrés. Está la parroquia de San Andrés, la Capilla del Obispo y la Capilla de San Isidro. Todo incluido en un recinto amurallado con un conjunto de calles estrechas, cuestas y la Puerta de Moros. Aquí fue donde nació, vivió y murió nuestro patrón San Isidro y por eso, parte de sus vestigios, son herencia de ello. Pasear por este barrio nos evoca recuerdos de un pasado latente de un Madrid medieval con sus intrincadas callejuelas, su empedrado en el suelo, la escasez del tráfico de coches gracias a sus calles estrechas y topografía del terreno. La historia pasada se hace presente, una y otra vez, andando por sus callejas, donde el visitante quedará cautivado por la belleza de sus rincones y por la tranquilidad que se respira. Aunque subiré un artículo por cada edificio, hagamos un breve recorrido por la zona.

Abside de la Capilla del Obispo y cúpula de la Capilla de San Isidro


Vamos a situarnos en la Plaza de los Carros, donde se encontraba la Puerta de Moros, que daba acceso al camino de Toledo. Desde allí podemos contemplar la grandiosidad de la Capilla de San Isidro, construida en parte con las piedras de la muralla que cerraba la zona. El Palacio de los Marqueses de Villafranca es un edificio con dos puertas adinteladas, flanqueadas por columnas y donde residió Jose Alvarez de Toledo, duque de Alba por su matrimonio con la Duquesa Cayetana. Si bajamos por la Costanilla de San Andrés, nos encontramos a la derecha con la parroquia de San Andrés. Una de las más antiguas de la ciudad y posiblemente construida en lo que fue la mezquita árabe más importante de la zona. En esta parroquia fue bautizado San Isidro y donde hasta el día que murió, siempre entraba para rezar. La parroquia estaba unida con el Palacio de los Lasso de Castilla, que fue residencia del Cardenal Cisneros y de los Reyes Católicos, que mandaron construir un pasadizo elevado desde la gran torre, que comunicaba el Palacio con la tribuna real de la parroquia para los grandes actos religiosos, uno de ellos fue cuando apadrinaron a Rodrigo Díaz de Vivar que fue bautizado en esta parroquia y que todavía hoy se puede ver en una placa, el lugar donde estaba el pasadizo. Al lado de la parroquia estaba el cementerio de San Andrés, que fue donde se enterró a San Isidro después de su muerte, aunque en 1212 al comprobar que su cuerpo estaba incorrupto, fue trasladado a la parroquia para venerarle. Al lado del cementerio, está la Casa de Francisco Vargas, descendiente de Iván de Vargas, al que sirvió San Isidro. Francisco Vargas construyó una nueva capilla en la parroquia de San Andrés. En el sitio donde estuvo el cementerio, levantó la nueva capilla dedicada a Santa María y a San Juan de Letrán y destinada para albergar el cuerpo de San Isidro, donde estuvo desde 1518. Pero en 1544, discrepancias entre los clérigos de la parroquia y los de la capilla, hizo que de nuevo se trasladara el cuerpo a San Andrés e incluso se tapió el acceso de la iglesia con la capilla, quedando totalmente desvinculadas para siempre, ya que donde estaba el acceso, más tarde se construiría el sepulcro de Gutierre de Carvajal y Vargas, obispo de Plasencia, que renovaría la capilla y la destinaría como panteón familiar de los Vargas. Allí están los sepulcros de su padre don Francisco Vargas, su mujer Inés de Carvajal y el del propio obispo, siendo este último una maravilla del plateresco, junto al retablo de la capilla, que llega a ser el plateresco más puro de todo Castilla, del que hablaremos cuando publique el artículo sobre la Capilla del Obispo.
En el siglo XVII para dar especial veneración al santo en su canonización, se construye una nueva capilla que también estará pegada a San Andrés, dando a la plaza de los Carros, con estilo barroco madrileño, con una bella cúpula encamonada. Ya hemos dicho que hay que derribar parte de la muralla con la que se construirá la capilla, además de los Palacios de de Fadrique Enríquez y del duque de Béjar y en ese lugar se empieza la edificación. El cuerpo del santo es trasladado el 15 de mayo de 1669, aunque estuvo muy poquitos años, y pasaría a la Colegiata de San Isidro donde permanece hasta nuestros días. Junto a la Capilla, estaban las casas de Antonio de Luxán, donde Iván de Vargas tenía una de ellas con las vaquerizas. Aquí vivió San Isidro y en ella se encuentra el pozo donde cayó su hijo (palacio de los condes de Paredes), aunque se está descubriendo ultimamente que realmente donde vivió el santo y donde se encuentra el verdadero pozo fue en el Palacio de los Luxanes de la Morería (actual Colegio de San Ildefonso). En la parte baja de nuestro recorrido, llegamos a la Plaza de la Paja, llamada así por que era donde se vendía la paja a los clérigos de la Capilla del Obispo. Aquí podemos ver el Palacio ya mencionado de los Luxanes de la Morería, y al otro lado de la plaza, la lateral del Palacio del Marqués de la Romana con el jardín, más tarde el Palacio del Príncipe de Anglona, de la familia de los marqueses de Javalquinto. Al final de esta calle contemplamos la torre mudéjar de San Pedro el Real. De cada uno de estos edificios y monumentos, hablaremos en sucesivos artículos.

Palacio del Príncipe de Anglona


Lateral del Palacio del Príncipe de Anglona y la torre mudéjar de San Pedro al fondo


Plaza de la Paja y al fondo la entrada a la Capilla del Obispo. Encima, la torre de la parroquia de San Andrés

martes, 17 de noviembre de 2009

Otros siglos al otro lado de la puerta

Puerta de Alcalá 1857



Puerta de Toledo 1865



Puerta de San Vicente 1880


Puerta de Hierro


Portillo de Fuencarral


fotos de Urbanity.com

Hablaremos también de cada puerta en su respectivo artículo en su momento.

domingo, 15 de noviembre de 2009

El Gótico en Madrid

Todos sabéis de mi devoción por el gótico. Pues revisemos lo poquito gótico que tenemos en Madrid. Aquí en la capital nos aferramos en su momento al mudéjar porque era más barato que el florido gótico francés y nunca llegó a entrar ese maravilloso estilo arquitectónico como es el gótico.
En otra ocasión hablaremos del neogótico que de ese estilo sí que tenemos más producción, pero lo que se refiere a gótico, tenemos poco de lo que hablar. Aquí os dejo lo que tenemos y más adelante hablaremos de cada construcción en otros artículos.

San Jerónimo el Real (Los Jerónimos), Madrid de los Borbones


La Capilla del Obispo, Madrid de los Austrias



Puerta del Convento Hospital de La Latina



Torre de Los Lujanes, Madrid de los Austrias


Monasterio de Santa María de El Paular, Rascafría





Iglesia de La Magdalena, Torrelaguna



Nuestra Señora de la Asunción, Colmenar Viejo



Catedral de Alcalá de Henares