La estatua de La Piedad que ocupa el dintel de entrada a la basílica del Valle de los Caídos ha comenzado a ser desmontada hoy para su posible restauración en el recinto abacial situado a 58 kilómetros al noroeste de Madrid. Las obras de desmontaje, que se pueden prolongar entre uno y dos meses, consistirán en la retirada consecutiva de las 151 piezas que componen el grupo escultórico formado por una virgen y un cristo yacente en sus brazos. La causa del desmontaje es la fisuración de las placas de tierra caliza de Calatorao (Zaragoza) que componen el revestimiento de unos 15 centímetros de espesor con un corazón de hormigón de estas dos piezas de cuatro metros de profundidad, seis y medio de altura y 16 de longitud, situada a unos 15 metros del acceso a la basílica. Dos grandes fragmentos de hasta 3o kilos de peso se abatieron sobre el suelo en el 2008, con lo cual Patrimonio Nacional decidió clausurar el acceso principal al templo.
Fuentes de Patrimonio Nacional señalaron que la restauración in situ de la pieza ha sido intentada en diversas ocasiones, pero el daño de la piedra es tan agudo como para exigir el desmontaje completo y su reparación en taller. Las piezas serán almacenadas en la cafetería de la hospedería contigua al monasterio, almacén improvisado para atender esta tarea.
Esta actuación iniciada hoy ha sido objeto de polémica, habida cuenta de que dos hijos del escultor Juan de Ávalos, autor de este grupo estatuario, han mostrado criterios diferentes sobre el tratamiento que dar a las esculturas. Así, Juan, arquitecto y responsable de la Fundación Juan de Ávalos, se mostraba partidario de su restauración sin desmontarla, o en todo caso, de hacer un molde previo al desmontaje con objeto de que si se daña alguna de las piezas pudiera ser recuperable. Mientras, el otro hijo del escultor, Luis Javier, consideraba que la decisión de restaurarla correspondía a Patrimonio Nacional, cuya opción avala. Patrimonio Nacional, no obstante, ha hecho una modelización en 3D para prevenir cualquier eventualidad.
En ningún momento se ha cerrado al culto la basílica, si bien se accede por una puerta posterior, ya que los visitantes estaban expuestos a la caída de fragmentos de la caliza que compone la estatua. Consultado por este diario, Juan de Ávalos hijo considera un escándalo el hecho de que se actúe sobre La Piedad, obra de su padre, sin contar con el permiso del abad. Sin embargo, dom Anselmo Navarrete, abad del Valle de los Caídos, informó ayer a este diario que se avenía a la actuación que Patrimonio Nacional está ejecutando en la portada de la basílica, "por mor de la seguridad de los visitantes", si bien recalcó su deseo de que se restablezca plenamente el sistema de visitas y el carácter del Valle de los Caídos como lugar de culto.
Fuente de la noticia:
Rafael Fraguas, 26 Abril de 2010
ELPAIS.com
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