martes, 22 de diciembre de 2009

Madrid Nevado: La Nevada del día 21 de Diciembre

















































domingo, 20 de diciembre de 2009

Iglesia y convento de las Salesas Nuevas



En la calle ancha de San Bernardo nos encontramos con el segundo Monasterio que las religiosas de la Orden de San Francisco de Sales fundan el Madrid, el primero fue el Monasterio de las Salesas Reales, por ese motivo se llamó a este las Salesas Nuevas.
Fue fundado por la marquesa de Villena en 1798 y el arquitecto Manuel Bladi construyó el edificio que se acabó en 1801.

Fachada del convento en la calle San Bernardo


El estilo es neoclásico y la fachada contiene cuatro pilastras sobre zócalo que sujetan un frontispicio rematado por una cruz de piedra. Encima de la puerta, un frontón curvado y dos ventanas redondas a ambos lados de la fachada y a media altura encastradas en molduras lisas de granito.

Fachada de la iglesia de estilo neoclásico


La sobriedad de la fachada solo tiene un relieve que sobresale, obra de Julián San Martín que representa a San Francisco de Sales fundando la Orden junto a Santa Juana Fremiot.

Relieve obra de Julián San Martín


El interior es pequeño, pero es muy bonita. Consta de una sola nave rectangular y en el altar mayor se encuentra un lienzo que representa a San Francisco y Santa Juana pintado por Esteve. Un pequeño púlpito a la izquierda, las molduras que rodean y chapitales de las pilastras en dorado, haciendo juego con los relieves de ángeles y el marco del retablo que enmarca el lienzo. Ayer estuve a última hora de la tarde y cuando llegué acababan de apagar las lámparas, con lo cual la foto interior está a falta de luz, pero creo que podéis haceros una idea perfectamente con la foto que saqué. Esta iglesia siempre huele a incienso y la mezcla del olor a incienso y el encanto de la iglesia, hacen una atmósfera muy relajante.

Interior de la iglesia con el lienzo en el retablo, obra de Esteve.






Y como anécdota contaros que tiene un huerto dentro de su convento, que debe de ser casi único en la ciudad. Sigue permaneciendo tal y como era en el mapa de Texeira. El convento ocupa toda una manzana, que comprende la calle San Bernardo, Daoíz, Monteleón y Divino Pastor.

Muro del huerto en la calle de Divino Pastor



En 1836 las monjas fueron exclaustradas y tuvieron que mudarse al Monasterio de sus hermanas en las Salesas Reales, momento en que se instaló en este edificio las Facultades. El convento se convirtió en la Universidad de Madrid y su iglesia en Paraninfo, hasta que en el solar del desaparecido Noviciado de los Jesuitas del que ya hablamos en otro artículo, se construyó la nueva Universidad Central. Poca gente de Madrid sabe que aquí estuvo la Universidad, son de esas cosas que la gente ignora y que es muy curioso encontrar a alguien que lo sepa. En 1843, la Universidad Central abrió sus puertas y las monjas pudieron volver a su convento en donde siguen en la actualidad. Son Famosas las pastas o bollos que hacen las monjas y que venden a través de un torno. El lugar para comprar... la puerta de al lado de la iglesia.

En este convento estuvo instalada durante unos años la Universidad de Madrid

martes, 15 de diciembre de 2009

Iglesia de las Maravillas (Santos Justo y Pastor)


Vista de la iglesia desde la Plaza del Dos de Mayo


Doña Juana de Barahona fundó el Monasterio de San Antón en 1612 en la calle Hortaleza para religiosas carmelitas recoletas, pero cuatro años más tarde se trasladaron a unas casas en la calle de la Palma que fue convertido en beatario en 1624, hasta que en 1646 Felipe IV lo refundó en Monasterio, pasando a ser patronato de la corona como tantos otros. Estas monjas un día paseando por el jardín del convento, se encontraron con una pequeña figura del Niño Jesús que se encontraba entre un matojo de flores que allí nacían, llamadas maravillas. Las monjas pusieron la pequeña imagen en uno de los altares para venerarlo, pero más tarde colocaron al niño junto a un ramo de maravillas entre las manos de la Virgen. Una imagen de la Virgen que fue traída en el siglo XVI por un arriero desde Rodeviejas, un pueblo de Salamanca y que llegó a estar en posesión de doña Ana del Carpio, que decidió donarla a un convento y echando a suertes, recayó en el Monasterio de San Anton. Desde entonces se conocía al convento como Convento de Nuestra Señora de las Maravillas. En 1968 las monjas fueron expulsadas y tuvieron que alojarse en el convento de San Juan de Alarcon, luego pasaron a las Comendadoras, hasta que en 1904 se construyó el convento de las Maravillas en la calle de Príncipe de Vergara, donde siguen hasta el día de hoy.


Vista de la iglesia desde la calle Palma





Mientras, en nuestra iglesia, que siguió abierta al culto, vio como se abría en el solar del convento, la Plaza del Dos de Mayo (de la que hablaremos largo y tendido en su artículo correspondiente). En 1891 se trasladó la antigua parroquia de los Santos Justo y Pastor al edificio del antiguo convento de las Maravillas, pasándose a llamar desde entonces, Parroquia de Santos Justo y Pastor, hasta el año 1969 que volvió a llamarse Parroquia de Nuestra Señora de las Maravillas y de los Santos Justo y Pastor.


Fachada en la calle de la Palma







Interior de la iglesia







La Virgen de las Maravillas siempre fue muy venerada, equiparándose a las de Atocha, Almudena y la Paloma, y en 1808 eran los defensores del parque de Monteleón los que se acogieron a ella, mientras que la iglesia se convertía en Hospital.
La imagen de la Virgen después de más de dos siglos en este lugar, fue trasladada al convento de carmelitas de Príncipe de Vergara, hasta que en la guerra del 36 fue destruida y quemada como tantas veces que nos estamos acostumbrando a contar, cuando hablamos de iglesias y la guerra. La imagen actual es una réplica exacta de la primitiva de Coullaut Valera, de la que solo se salvó el Niño Jesús, y la imagen que está en la iglesia que nos ocupa, no tengo claro su procedencia. Pero investigaré.





La iglesia fue un proyecto de Alonso de Carbonell y acabó dirigiendo las obras Cristobal de Aguilera. En el altar mayor hay un retablo neoclásico, obra de Miguel Fernández, con dos gigantescas columnas corintias, que sujetan un frontón quebrado.


Retablo neoclásico, obra de Miguel Fernández.


Entre las columnas un arco de medio punto cobija a la imagen de la Virgen que está subida sobre un gran basamento, mientras que a los lados de ambas columnas, se encuentran dos enormes esculturas que representan a Santa Teresa y a San Elías, una a cada lado del retablo, obra de Francisco Gutiérrez. Delante de la base de las pilastras, dos esculturas de los niños Santos Justo y Pastor y en medio un tabernáculo con cúpula sujeta por columnitas retorcidas y construido de mármol.


Las esculturas a los lados del retablo son Santa Teresa y San Elías, obra de Francisco Gutiérrez


La cúpula sobre pechinas, tiene forma de media naranja y no tiene tambor, está dividida en ocho segmentos delimitados por molduras en relieve y linterna.



La iglesia cuenta con un gran crucifijo gótico del siglo XV y otro barroco, que hubo que restaurar después de que en la guerra le fusilaran, atribuido a Alonso Villabrille. Dos lienzos de Zurbarán: "San Francisco" y "San Diego de Alcalá", un Niño de Calaveras de Pereda, procedente de San Miguel de los Octoes, el Martirio de San Sebastian de Carreño de Miranda y copias de Tiziano y Van Dyck.







Pintura del Cristo de la Luz, obra del siglo XVIII que copia el original de Guido Reni que se encuentra en la iglesia San Lorenzo in Lucina de Roma.





Esta iglesia significa mucho para mí...
Se casaron mis padres, mi hermana y yo hicimos la comunión e incluso tanto mi hermana como yo, nos casamos aquí también. También momentos duros como funerales de seres queridos. Sin duda, ha estado ligada a muchos de los los acontecimientos de mi vida familiar. Es por tanto que esta iglesia para mí, tenga un algo especial de todas las de Madrid.

jueves, 3 de diciembre de 2009

El edificio más estrecho de Madrid




No sé si será la casa más estrecha de Madrid, pero lo que es seguro, que si no lo es, será que existe alguna donde haya que entrar de lado. El edificio está en la calle San Vicente Ferrer 24.



Y una foto de antes de pintarla en QDQ

jueves, 26 de noviembre de 2009

Que fue de la torre de telecomunicaciones de Calatrava?


Montaje mío a partir de una foto de Alberto Lunas de Meteored y la torre de Toronto

Que fue de aquel proyecto que Santiago Calatrava presentó en el Ayuntamiento, de una nueva torre de telecomunicaciones con una altura de más de 500 metros?. En 1998 Calatrava se reunió con los técnicos municipales para presentar su maqueta que llevó bien envuelta en un estuche junto a los bocetos para un nuevo pirulí.
La torre tenía a media altura una especie de barco donde estaría el centro de control y hasta una discoteca (a unos 200 metros de altura). A la salida del Ayuntamiento, dijo que aspiraba a hacer la torre más bonita del mundo y que tendría como poco, 500 metros de altura. Con este proyecto, Calatrava dijo que así se podrían quitar todas las antenas parabólicas y el impacto visual tan horrible que causan. El proyecto costaría entre 10.000 y 14.000 millones y tardaría 18 meses en construirse. También dijo que la aguja debería estar en el lugar más alto de Madrid y que seguramente sería cerca a la zona de la Castellana. El ejemplo a seguir, según dijo Calatrava, era la torre de Toronto (549 metros), la cual se ha integrado perfectamente en el entorno de la ciudad, constuyéndose a su alrededor todos los sitios de ocio, congresos y radiotelevisión.
El Ayuntamiento pondría los terrenos para su construcción y sacaría a concurso la adjudicación de las obras y la explotación del nuevo edificio.
Pues bien, todo este proyecto debe de estar guardado en algún cajón del Ayuntamiento a la espera de un momento idóneo para llevarlo a cabo. Os imagináis si la nueva torre estuviera integrada junto a las Cuatro Torres Business Area en la Castellana?

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Palacio de los Lasso de Castilla



El Palacio de Lasso de Castillo se encontraba en la costanilla de San Andrés con la calle de Mancebos y la calle de Redondilla. Tenía más de sesenta mil pies cuadrados y más de cien habitaciones.

Algunos autores afirman que fue construido por don Pedro de Castilla -bisnieto de Pedro I y casado con Catalina Lasso, hija del señor de Mondéjar- a finales del siglo XV, pero otros creen que esta familia ya estaba afincada en Madrid años antes pues parece que el palacio databa de finales del siglo XIV.

Probablemente don Pedro ampliaría el palacio y hacia 1490 mandó construir una enorme torre que fue derribada en 1816. El palacio lo heredó su hijo don Pedro Lasso de Castilla y en él residieron los Reyes Católicos, así como Fernando el Católico y su segunda mujer, Germana de Foix; Juana la Loca y su marido Felipe el Hermoso y, posteriormente, los regentes del reino el Cardenal Cisneros y el deán de Lovaina (que llego a ser Papa con el nombre de Adriano VI). Desde uno de los balcones de este palacio fue donde el Cardenal Cisneros pronunció la célebre frase «Estos son mis poderes, y con ellos gobernaré hasta que el príncipe venga.»

En el siglo XVI se construyó un pasadizo levadizo que unía el edificio (a través de la citada torre) con la iglesia de San Andrés para comunicar los aposentos de los Reyes Católicos con la tribuna de la iglesia. En 1611 el palacio pasó a los duques del Infantado, siendo derribado en 1882. En su solar, el marqués de Cubas, construyó, varios edificios de viviendas. En la foto podéis observar la placa de mosaico que marca el sitio exacto donde se juntaba el pasaje voladizo desde el Palacio hasta la iglesia. Lo que veis en la foto está a unos diez metros del suelo.

martes, 24 de noviembre de 2009

Palacio del Duque de Anglada




Don Juan de Anglada construyó su Palacio en el Paseo de la Castellana en la década de los años 70 del siglo XIX, el cual dicen se convirtió en uno de los más bellos y lujosos edificios del nuevo Ensanche de Madrid. En el plano realizado hacia 1875 la zona aún aparece sin urbanizar.

Plano Gral. Ibáñez de Ibero (h.1875) Anglada encargó su casa al arquitecto Emilio Rodríguez Ayuso. La vivienda fue construida en el centro del gran solar que ocupaba toda la manzana entre el paseo de la Castellana y las calles de Marqués de Villamagna, Serrano y José Ortega y Gasset, rodeada de árboles y jardines. Plano Parcelario (1940) Cuentan las crónicas que, tanto para el exterior como para el interior, se utilizaron los mejores materiales, el granito, la piedra de Novelda, el ladrillo y el hierro. Además del propio palacio, en las esquinas del solar se construyeron diversos pabellones o edificios auxiliares (cocheras, cuadras, casetas para los guardas, gimnasio, etc.).





Diario El Globo, 21 jul. 1880 (Biblioteca Nacional) El Palacio de Anglada fue levantado alrededor de un gran patio cerrado, al estilo árabe que entonces estaba de moda. Su calidad era tan alta y las escayolas imitando las formas de la Alhambra de Granada tan perfectas, que impresionaba a los visitantes. . En el palacio se daban cita muy distintos estilos como elementos neoegipcios en la fachada, neoclásicos en el patio y griego, romano, gótico y renacimiento en los distintos salones. El edificio estaba construido en piedra y ladrillo. Tenía dos plantas y un ático. Lo más notable de este palacio era el patio central, realizado por Contreras que reproducía al mismo tamaño, el famoso Patio de los Leones de la Alhambra. En torno a él se distribuían las distintas dependencias, dormitorios, comedor, despachos, gabinetes, tocadores… Además, los mejores pintores y escultores participaron en la decoración interior. En la buhardilla se hallaban las habitaciones destinadas a la numerosa servidumbre que solían tener este tipo de personajes y que realmente necesitaba el cuidado de un palacio de tales dimensiones, y tan costoso. Pero, antes de que terminara el siglo, Anglada se arruinó, y el Banco Hipotecario se hizo cargo del edificio. En junio de 1895 se abrió al público para una exposición de arte que alcanzó gran notoriedad en la prensa de la época debido a las maravillas que mostraba. Posteriormente, el edificio permaneció cerrado hasta que en los comienzos del siglo XX pasó a ser propiedad del Marqués del Genal y sus sobrinos los marqueses de Larios. La Ilustración Española y Americana, 8 jun. 1895 (BNE) Como era habitual entre los aristócratas de la época, el marqués del Genal era un gran coleccionista de arte, y adquirió numerosas obras muy valiosas que adornaron los salones del palacio. Pinturas –un Goya incluido-, suntuosos tapices, una sillería Luis XIV, etc. El patio árabe se convirtió casi en un museo. Para entonces los árboles que rodeaban el palacio se habían convertido en un bosque frondoso, quedando el palacio encerrado entre verdes praderas y árboles gigantes. El Palacio en un principio conocido como de Anglada, luego Palacio de Larios, fue derribado en la década de los 60 del siglo XX. Cuentan los periódicos de la época que era tal la riqueza de los materiales y elementos de la construcción que algunas personas acudieron a adquirir los azulejos, columnas de mármol, espejos, etc. para llevarlos a sus residencias. Incluso el Ayuntamiento rescató algún elemento. Como recuerdo de aquella gran mansión, hoy día podemos admirar la portada de hierro de su jardín instalada en una de las entradas al Retiro, la Puerta de O’Donnell esquina Menéndez Pelayo, abierta en 1968.
El palacio fue el primero de una larga lista de palacios del paseo de la Castellana que se derribó, en 1962. Algunos fragmentos de la entrada fueron trasladados al moderno parque de San Isidro, en Aluche, donde permanecen hoy. En su solar se construyó en 1972 el hotel Villa Magna. Los árboles situados frente a la fachada del hotel pertenecen al antiguo palacio.









Hoy día, en su solar se encuentra el hotel Villamagna






Arte en Madrid (gracias a Mercedes Gómez)
y fotos de artedemadrid y 3 de Juanjo de Urbanity