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jueves, 12 de agosto de 2010

Monumento a Velázquez



El monumento a Diego Velázquez está enfrente de la puerta principal del Museo del Prado de Madrid. El escultor de la estatua fue Aniceto Marinas y el pedestal de Vicente Lampérez. Se inauguró el 14 de Junio de 1899 en presencia de Alfonso XIII y la Reina Regente en donde se dio un gran homenaje al pintor y a toda la pintura española.
He de comentaros, que antes de Velázquez, se encontraba en este lugar el monumento a Daoíz y Velarde, del que hablaremos en otro momento cuando lleguemos al artículo de mi barrio.









martes, 3 de agosto de 2010

El Oso y el Madroño



La estatua es obra del escultor Antonio Navarro Santafé (1906-1983) y se inauguró en 1967. Fue promovida por la sección de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, que quiso representar monumentalmente los principales símbolos heráldicos de la ciudad.

La primera aparición de un oso rampante y de un madroño frutado en el escudo de la villa se sitúa en el siglo XIII. Con anterioridad, las armas incorporaban únicamente a un oso en actitud pasante, sustituido a partir del citado siglo por las dos actuales figuras.
Con este cambio se quiso simbolizar la resolución adoptada por el municipio y el Cabildo de Curas y Beneficiarios, tras un largo litigio por el control de los pastos y árboles de las tierras madrileñas. Según este acuerdo, los primeros pasaron a ser propiedad del Cabildo y los segundos del concejo. De ahí que se modificasen las armas, con la inclusión de un madroño y de una nueva postura para el oso, erguiéndose sobre el árbol.
La escultura siempre ha estado en la Puerta del Sol, aunque con dos ubicaciones diferentes dentro de la plaza. Hasta 1986 estuvo situada en el lado occidental de la misma, en las inmediaciones del edificio que se levanta entre la calle de Alcalá y la Carrera de san Jerónimo. En ese año fue trasladada al inicio de la calle del Carmen, en el contexto de las obras de reforma y remodelación de la plaza impulsadas por el alcalde Enrique Tierno Galván. En septiembre de 2009, con la renovación integral de la plaza promovida por Alberto Ruiz-Gallardón, ha vuelto a su emplazamiento original. Ahora será un lío cuando la gente quede en él, ya que el oso y el madroño ha servido como sitio donde citarse a generaciones enteras.

La estatua del oso y del madroño está realizada en piedra y bronce. Pesa aproximadamente 20 toneladas y mide 4 m de altura. Descansa sobre un pedestal cúbico escalonado, hecho en granito.

Representa de forma realista las armas heráldicas de Madrid, con el madroño superando en altura al oso y éste apoyando sus manos sobre el tronco y dirigiendo sus fauces hacia uno de los frutos.

Textos: wikipedia
Fotos: Bélok


El Oso y el Madroño en la Puerta del Sol, al comienzo de la calle de Alcalá, su nueva ubicación

lunes, 2 de agosto de 2010

La Mariblanca

Estaba allí entre dos columnas abandonada a su suerte en un pequeño estanque con cascaditas que hay en el Paseo de Recoletos. Estaba sola, sin ninguna estatua más que le hiciera compañía. Cuantas veces pasé a su lado sin preguntarme quién era ni que hacía allí, hasta que un día un amigo nos presentó y me contó su historia. Ya han pasado muchos años desde que conocí a la Mariblanca en aquél paseo y una noche desapareció sin más.

La estatua llegó de Italia de las manos del escultor Florentino Ludovico Turqui, allá por el año 1625 y destinada a coronar la fuente que había delante de la iglesia del Buen Suceso en lo que hoy es la confluencia de la calle Alcalá y la Carrera de San Jerónimo en la puerta del Sol. La fuente se llamaba "Fuente de la Fe" y era una obra monumental con un montón de caños. La estatua representa a Venus o a Diana (nadie se pone de acuerdo), pero de todas formas, siempre se le llamó Mariblanca por lo blanco que es el mármol del que está construida. Cuantas cosas vería nuestra diosa desde las alturas, allí permaneció durante más de dos siglos viendo la vida pasar a sus pies.
La vida de nuestra Venus ha sido un camino duro y en constante desplazamiento. En su camino a Madrid, ya llegó sin cabeza por los bruscos movimientos del viaje, motivo por el que Ludovico Turqui descontó a Domingo Nuñez, carretero que transportó la estatua, 100 reales en concepto de reparación. Mal entrada tuvo nuestra estatua a su llegada a la Villa, aunque eso no era nada para lo que le esperaba. En 1838 se desplaza a una fuente mucho más modesta en la plaza de las Descalzas Reales, hasta que en 1892 es sustituida por un monumento al fundador del Monte de Piedad, Pedro Piquer. Es llevada a un almacén de la Villa donde permanecería varios años encerrada hasta que se decide en 1912 ubicarla en los jardines del Parque del Retiro. Allí estuvo hasta los años setenta en que se la volvió a trasladar al Paseo de Recoletos entre dos columnas. Allí fue donde yo la conocí, solitaria, escondida y desamparada.

Entre esas columnas se encontraba la Mariblanca en el Paseo de Recoletos antes del brutal ataque



Cuanta gente pasó a su lado sin fijarse en su blanco mármol. Nadie se imaginaba lo que el destino le tenía preparado a nuestra Venus. Una noche el vandalismo se cebó con ella y amaneció al día siguiente destrozada en varios trozos. Nuestra diosa fue ultrajada y despedazada sin remordimiento alguno, acabando esparcida por el suelo junto a las cadenas que la mutilaron. La estatua fue restaurada y guardada para siempre en una sala del Ayuntamiento. En 1985 salió a la calle de nuevo camino de la Puerta del Sol (aunque en esta ocasión la que se instaló allí era una réplica) e instalada junto a una parada de autobús, el mismo sitio que ocupara la original cientos de años atrás. Tiempo más tarde, para preservarla de los humos y la contaminación, es llevada al Museo Municipal de Madrid en donde volvió a estar oculta de los ojos de los madrileños durante un tiempo. Pero mientras, algunos dicen que la verdadera Mariblanca es otra figura que se encuentra en el Museo de Madrid en la calle Principe de Vergara y otros que la verdadera sigue en el Ayuntamiento. Yo os digo desde aquí, que la auténtica sigue en la Casa de la Villa desde que se restauró por la barbarie de aquella noche brutal. No obstante, la Mariblanca ha vuelto a salir de nuevo a la calle de Madrid y desde Septiembre se encuentra de nuevo en la Puerta del Sol, en esta ocasión, en donde comienza la calle Arenal. Por lo que si contamos bien, tenemos tres estatuas y no sabemos cual de ellas es la auténtica. Lo que si os puedo contar es que la que ahora está expuesta en la calle, es de piedra caliza y es la que estuvo en Sol esperando un autobús que no nunca llegó. Si pusiéramos a las tres juntas, estoy seguro que casi cuatrocientos años después, sabríamos enseguida cual es la auténtica. Ante nuestros ojos, sin duda... el blanco le delataría.


martes, 20 de julio de 2010

Estatua de Felipe IV



En el centro de la plaza de Oriente, nos encontramos ante una de las más bellas estatuas ecuestres del mundo, la estatua de Felipe IV, del escultor Pedro Tacca, el mismo autor de la estatua de Felipe III que se encuentra en la Plaza Mayor y la colaboración de Juan Martínez Montañés, autor del busto del monarca. Velázquez pintó un cuadro de Felipe IV que se envió al escultor para la construcción de la obra, pero el encargo del monarca, exigía algo difícil y excepcional, quería que el caballo tuviera las dos patas delanteras levantadas, un difícil problema de equilibrio, pero fue Galileo Galilei el que ofreció la solución: hacer maciza la parte posterior del caballo y en hueco la parte delantera.
La estatua se construyó en 1640 y estuvo ubicada en el Jardín de la Reina, uno de los patrios del Palacio del Buen Retiro y después fue trasladada al Real Alcázar de Madrid hasta que fue pasto de las llamas en 1734 y volvió a su su enclave original del Palacio del Buen Retiro. Con tanto traslado, los madrileños pudieron leer en un panfleto que se instaló en la casa de la Panadería en la Plaza Mayor que decía:

¿A qué vino el Sr. D. Juan?
A bajar el caballo y subir el Pan.
Pan y carne a quince y once,
Como fue el año pasado;
Con que nada se ha bajado
Sino el caballo de bronce.


En 1843 se emplazó en el lugar definitivo donde se encuentra hoy.

Estatua ecuestre de Felipe IV en el centro de la Plaza de Oriente



martes, 22 de junio de 2010

Monumento a la Violetera



El monumento a la Violetera, es uno de esos monumentos que se vuelven polémicos sin saber porqué. Fue obra de Santiago de Santiago y se inauguró en 1991 en la esquina de la calle Alcalá con Gran Vía. Se suponía que era el sitio ideal para un monumento a tantas violeteras que poblaron esa calle en otros tiempos.
Joaquín Leguina en aquél momento argumentó que era "cutre" y acusó que el monumento estaba inspirado en Celia Gámez, la que cantaba el "ya hemos pasao". Ruíz Gallardón le contestó que no le extrañaba que no entendiera el significado de personajes tan populares a pesar del tiempo que llevaba viviendo en Madrid. De una forma o de otra, el monumento fue una lucha entre el PSOE y el PP, y una noche de noviembre acabó desapareciendo del sitio donde se encontraba. Durante unos días pasó inadvertida la desaparición, hasta que un grupo de turistas que asistieron a Chicote, fueron después a visitar el monumento de la violetera para hacerse unos fotos.

El monumento fue encargado por el alcalde Agustín Rodríguez Sahagún en 1990 para inmortalizar la música del compositor José Padilla. Pero en el año 2000 fue retirado a los almacenes municipales donde estuvo dos años, hasta que en 2003 y tras otra polémica para su nueva ubicación, algunos querían enfrente de algún teatro en que se hubiera representado La Violetera, como La Latina, el Pavón o incluso enfrente de la ermita de San Antonio de la Florida. Pero su emplazamiento definitivo sería el Parque de las Vistillas, donde hasta el día de hoy se encuentra este singular monumento, con una placa que reza:

Como ave precursora de primavera
en Madrid aparece la violetera


miércoles, 19 de mayo de 2010

Monumento a Cervantes



El monumento a Cervantes se encuentra en lo que fue el antiguo Prado de Leganitos y donde estuvo el Convento de gilitos que dio paso al Cuartel de San Gil. Hoy en día está en esos terrenos la Plaza de España de Madrid, de la que hablaremos largo y tendido en un futuro artículo sobre la plaza.
Al llegar el 300 aniversario de la muerte del escritor, un año antes, en 1915, se convocó un concurso para conmemorar dicha fecha con un gran monumento que levantó gran interés y que sería pagado por suscripción popular entre todos los países de habla hispana. La exposición de los cincuenta y tres bocetos que se presentaron, quedó instalada en el Palacio de Cristal del parque del Retiro, exposición que se inauguró con la asistencia de los reyes.
El 15 de Octubre de ese mismo año, quedaron los tres finalistas del concurso, donde después de una gran disputa entre los académicos y los de Bellas Artes, salió ganador el proyecto del arquitecto Rafaél Martínez Zapatero y el escultor Lorenzo Coullaut-Valera. Pero no fue hasta 1928 cuando se empezó a construir el monumento, con la colaboración del arquitecto Pedro Muguruza, que cambió el estilo plateresco del conjunto por otro mucho más austero y sobrio de acuerdo con la época.

Proyecto ganador de Rafaél Martínez Zapatero y Lorenzo Coullaut-Valera



Muguruza dejó el conjunto desornamentado, suprimiendo la balaustrada que lo debía rodear y hoy en día todavía el conjunto se encuentra inacabado, ya que tampoco se llegó a construir la Victoria Alada que debería de haber coronado todo el monumento.




fotografía de 1920 cuando la estatua de Don Quijote y Sancho se encontraba muy separada del monumento



El monumento que tiene un estanque delante, está construido en piedra y bronce y pasamos a describirlo.





Sobre un alto pedestal que tiene grabado en rojo y azul la Cruz de Malta, se encuentra la figura sentada del Príncipe de los Ingenios, don Miguel de Cervantes, auténtico puesto de honor de todo el monumento.

escultura de la figura sentada de Cervantes encima de un gran pedestal



Sin embargo, otro grupo escultórico, en este caso en bronce y que se encuentra separado de todo el grupo, la de el Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha y Sancho Panza, es la que acapara más curiosidad y fotografías de los visitantes. A lo largo de los años ha pasado a ser, la auténtica protagonista de todo el monumento.

Don Quijote con Rocinante y Sancho Panza con el burro, asno o "Rucio".Podemos ver también la Cruz de Malta grabada en el pedestal donde se encuentra la figura de Cervantes



vista del conjunto escultórico de Don Quijote y Sancho, separado del monumento






Don Quijote y Rocinante



Sancho Panza con su burro









Estatua de Don Quijote y Sancho



Al estar separada del resto del conjunto, provoca el efecto de avanzar con respecto al resto


A los lados se encuentran las estatuas en piedra de las dos Dulcineas: Dulcinea del Toboso y Aldonza Lorenzo, que junto a los grupos escultóricos de ambos lados, representando novelas del escritor, Rinconete y Cortadillo y La Gitanilla, fueron instaladas en los años cincuenta por Federico Coullaut-Valera, hijo del escultor del resto del monumento.

Escultura de Aldonza Lorenzo



Grupo escultórico de Federico Coullaut-Valera que representa a Rinconete y Cortadillo



grupo escultórico de "La Gitanilla"


En la cara contraria, la noroeste, se encuentra una escultura a la Alegoría de la Literatura, que corona una fuente monumental, flanqueada por otras dos esculturas que representan al Misticismo y al Valor Militar



Monumento visto desde su cara noroeste





Alegoría de la Literatura



Esculturas que representan al Misticismo y al Valor Militar en la fuente monumental



Conjunto escultórico encima de la fuente monumental




Escultura que representa al Valor Militar




El monumento está coronado por un grupo escultórico que representa a los cinco continentes, que sujetan una bola del mundo. Justo encima de esta bola, debería de haber una Victoria Alada que nunca se llegó a instalar.

grupo escultórico de "Los cinco Continentes" que corona el monumento




vista del monumento y el estanque




vista nocturna del monumento a Cervantes en la Plaza de España

domingo, 11 de abril de 2010

Estatua ecuestre de Carlos III



La estatua ecuestre de Carlos III, es un monumento que se encuentra en la Puerta del Sol de Madrid, y es una reproducción de la original conservada en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, del escultor Juan Pascual de Mena y que está construida en madera y yeso, midiendo 140x160 cm. realizada por Mena para un concurso convocado por el propio Carlos III para realizar un monumento a su padre Felipe V. No ganó el concurso y no llegó a construirse el monumento, pero se guardó el modelo que sí sirvió, para que su hijo Carlos IV la utilizara para hacer un monumento a su padre, cambiando la cabeza de Felipe V por la de Carlos III.


La estatua que nos ocupa, está construida en bronce por Miguel Ángel Rodríguez y Eduardo Zancada a partir de la de Mena. Para la cabeza de Carlos III, se basaron en retratos de los cuadros de Goya.










El monumento consta de un pedestal de piedra caliza, apoyado sobre una base de granito, sobre la que se alza la estatua ecuestre, pesa 2.800 kg. y mide en total 9 metros de altura. Tiene una inscripción que rodea todo el pedestal con la historia del reinado del rey. En los laterales se hayan inscritos los nombres de científicos y artistas, así como monumentos y edificios de la época.





Como anécdota hay que contar que la ubicación del monumento se hizo bajo un referéndum popular, donde los madrileños pudieron votar el lugar elegido entre lugares como la Puerta del Alcalá o el Palacio Real, siendo la Puerta del Sol el resultado final. Fue inaugurado el 16 de diciembre de 1994.
Desde entonces "el mejor alcalde de Madrid", sin haberlo sido, pero conocido así por todo lo que hizo por la ciudad, tiene su monumento ecuestre en el kilómetro cero de la capital, aunque no es el único monumento al monarca en Madrid.






martes, 6 de abril de 2010

Monumento al General Martínez Campos



El monumento al General Martínez Campos se encuentra en el parque del Retiro de Madrid y se ubica en la plaza de Guatemala.
Arsenio Martínez Campos, dirigió el pronunciamiento militar en Sagunto, que dio paso a la Restauración de Alfonso XII, acabando así con la I República el 29 de diciembre de 1874.






El monumento es obra de Mariano Benlliure, inaugurado el 28 de enero de 1907 por el rey Alfonso XIII, mediante suscripción popular que comenzó en 1904 y donde contribuyeron en gran parte los cubanos residentes en Madrid.
A los pies del pedestal, aparecen varios elementos de guerra.





Se encuentra en medio de lo que se llamó estanque de los cisnes o de los patos, y consta de un pedestal de mármol y piedra caliza donde va colocado el monumento del general a caballo, en bronce