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martes, 1 de febrero de 2011

Edificio Villanueva (Museo del Prado)




El Edificio Villanueva es la sede del Museo del Prado, una de las mejores pinacotecas del mundo. Pero miremos un poco hacia atrás para descubrir como era el lugar antes de su existencia.

Existían un conjunto de solares y prados silvestres situados alrededor del Monasterio de San Jerónimo el Real, llamado el Prado de los Jerónimos. Cercanos a estos, había otras dos zonas designadas como prados llamados el de Recoletos Agustinos y el de Atocha, y al conjunto de todos se le conocía popularmente como Prado Viejo.
En 1570 bajo el reinado de Felipe II tiene lugar la primera reforma urbanística de Prado Viejo, una vez que se había establecido la Corte en Madrid. Consistía en alinear las manzanas orientales de la ciudad para la creación de una zona de recreo y esparcimiento para el pueblo, alrededor del antiguo cauce desaparecido del arroyo del Olivar, llamado también de la Fuente Castellana. Se plantó una arboleda longitudinal que marcaba la línea divisoria entre las casas de la ciudad y los recintos monarcales ubicados al otro lado de Prado Viejo, donde más tarde en el siglo XVII fue construido el Palacio del Buen Retiro. Fijaos como vamos conociendo de donde vienen los nombres de los paseos y calles actuales como el paseo de Recoletos, Paseo de la Castellana, Paseo del Prado, Atocha, etc.

Durante el reinado de Carlos III, Prado Viejo a pesar de ser un paseo muy popular, había caído en un estado lamentable de abandono y ya no cumplía su principal función de un sitio de esparcimiento. Fue cuando se ideó una gran reforma a la que se llamó el Salón del Prado. Esta reforma consistía en convertir la zona arbolada en un paseo con jardines y fuentes, idea promovida por el Conde de Aranda, que trató de integrar mediante la creación de un espacio en forma de circo-agonal limitado y embellecido por fuentes y vías arboladas, el espacio que existía entre la ciudad y el conjunto palatino del Buen Retiro. A partir de ese momento vinieron las grandes fuentes como Cibeles, Neptuno, Apolo y la Alcachofa, y se construyeron espacios y edificios de importancia de los que hablaremos cuando dediquemos un post al Salón del Prado, como el Observatorio Astronómico, el Jardín Botánico o el Edificio Villanueva, en el cual nos quedamos.

El Edificio Villanueva fue concebido para el Real Gabinete de Historia Natural (más tarde Museo de Ciencias Naturales) y toma su nombre del arquitecto que lo diseñó, Juan de Villanueva. Su construcción comenzó en 1785 y en 1808, cuando llegó la invasión napoleónica, el edificio que estaba a medio construir, quedó destrozado al usarse como cuartel y fábrica de balas, para las que se usaron las cubiertas de plomo de los tejados.
A partir de 1818 gracias al interés de Fernando VII y sobre todo de su segunda esposa Isabel de Braganza, se inicia la recuperación del edificio sobre la base de nuevos diseños del propio Villanueva que fueron seguidos a su muerte por su discípulo Antonio López Aguado.

El 19 de noviembre de 1819 se inauguraba el edificio como Museo Real de Pinturas que mostraba las mejores piezas de las Colecciones Reales Españolas, que fueron trasladadas de los Reales Sitios, y que contaba con 311 cuadros expuestos en tres salas, todos ellos de la escuela española. La mayoría de obras de arte requisadas desde la Desamortización de Mendizábal en 1836, fueron llevadas al Museo de la Trinidad, y fueron incorporándose al Museo poco a poco hasta la absorción completa por el Museo del Prado en 1872.



Edificio Villanueva


El cuerpo central tiene un gran pórtico compuesto por seis columnas de orden toscano, un entablamento, una cornisa y un ático que lo remata. Esta fachada es el acceso principal, orientado hacia el Paseo del Prado y no tiene sobre la columnata el típico frontón triangular, sino uno rectangular adornado por un friso escultórico obra de Ramón Barba, que representa una alegoría del rey Fernando VII como protector de las ciencias, las artes y la técnica.






En su cara posterior, esta sección con forma basilical, termina en forma absidial. Las dos galerías laterales tienen dos plantas en altura. La inferior con unos ventanales profundos y alargados que acaban en arco de medio punto y la superior con una galería de columnas jónicas. Existe una planta retranqueada más, que es obra actual.





Frente a la fachada principal está ubicado el Monumento a Velázquez, obra del escultor Aniceto Marinas y con pedestal de Vicente Lampérez.





La fachada norte presenta un pórtico con dos columnas jónicas y sobre ellas un entablamento liso que antiguamente contenía un grupo escultórico. Esta fachada correspondía a la segunda planta del edificio. Cuando se construyó, la primera planta, por ese lado, quedaba bajo el nivel del terreno, que por aquella época bajaba una pequeña cuesta hasta el Paseo del Prado. Más tarde se desmontó ese nivel hasta ponerlo a la misma altura que el resto del edificio, construyéndose una escalinata que da acceso al edificio actual.


foto de Urbanity






La fachada sur, frente al Jardín Botánico en la plaza de Murillo, está formada por un vano adintelado, de acceso al interior con una galería de seis columnas de orden corintio sobre las que se apoya un entablamento.





Algunas joyas del Museo


Fuente de esta foto: Web del Museo del Prado











































sábado, 22 de enero de 2011

Edificio de la Sede del Banco de Bilbao



El edificio de la Sede del Banco de Bilbao en la calle de Alcalá, es obra de arquitecto Ricardo Bastida y Bilbao, cuyo proyecto salió ganador en un concurso público en 1919. Tiene una fachada convexa y simétrica, compuesta por columnas, capiteles y entablamentos de órdenes clásicos gigantes, imitando a Antonio Palacios y Otamendi que ya habían proyectado el edificio para el Banco Central en la misma calle de Alcalá.





Las cuatro esculturas de los dos torreones, están construidas en mármol italiano por Quintín de la Torre, mientras que las dos monumentales, emblemáticas y famosísimas cuádrigas, son obra de Higinio de Basterra. Fueron fundidas en latón dorado con paños de oro, pero recubiertas con pintura negra en la Guerra Civil.
Todos tenemos en la mente la imágenes de Carmen Maura cuando se descolgaba sobre ellas en la película de Alex de la Iglesia, La Comunidad.
Actualmente el edificio es propiedad del BBVA (Banco Bilbao Vizcaya Argentaria)










jueves, 16 de diciembre de 2010

Hotel Palace



El Hotel Palace de Madrid se edificó en la Quinta del Prior, solar del antiguo Palacio del duque de Lerma, un palacio tan solemne, como elegante y majestuoso, de los mejores de Madrid. Eran tan numerosas las dependencias de la casa, que todos los oficios se hallaban reunidos en su recinto y donde se fueron estableciendo a su alrededor todo tipo de comercios y profesionales que satisfacían sus necesidades sin necesidad de tener que salir de sus muros para abastecerse. El palacio pasó más tarde a sus descendientes, los duques de Medinaceli y mientras estuvo en pie, este enorme palacio rivalizó con las suntuosas fiestas del Palacio del Buen Retiro, alojándose en sus estancias muchos válidos de Austrias y Borbones. Incluso el monarca Felipe V, a la muerte de su primera esposa, María Luisa Gabriela de Saboya, se trasladó a vivir al palacio del duque de Medinaceli, residencia en aquél entonces de la princesa de los Ursinos.

En 1910, por deseo de Alfonso XIII para que Madrid tuviera un hotel de lujo, se construye el Hotel Ritz, un hotel que intenta comprar el dueño de la cadena de hoteles Palace, George Marquet, pero los propietarios se negaron a venderlo, con lo cual, Marquet tiró por la calle de en medio y decidió construirse el suyo propio. Después de comprar el solar del desaparecido Palacio del duque de Medinaceli, y con proyecto del arquitecto Eduard Ferrés Puig, que viajó por todo Europa para conocer los mejores hoteles del continente, comienzan las obras bajo la dirección del arquitecto Manuel Álvarez Naya y se levanta en tan solo 18 meses la gran mole del que será el mejor y más confortable de los hoteles de la ciudad. Era el día del Pilar, 12 de Octubre de 1912 cuando se inaugura el hotel más grande de Europa.










El Hotel Palace ha sido testigo de la historia de la Villa y Corte, y más que testigo, diría yo que ha formado parte de ella, es más, la historia se hospedó aquí. Testigo de sucesos históricos y centro de reuniones, fiestas y otros grandes acontecimientos sociales de transcendencia del país, el Palace ha sido y seguirá siendo parte activa de la vida de Madrid.






Desde su inauguración, el Palace ha sido escenario del paso de los años y de las gentes que los vivieron. Frecuentado por aristócratas, reyes, artistas, deportistas, intelectuales y políticos, en sus libros de registro quedan nombres como Federico García Lorca, Salvador Dalí, Pablo Picasso, Hemingway, los toreros Manolete y Belmonte, actores como Buster Keaton, Mary Pickford, Josephine Baker, cantantes, escritores, directores y reales, Carlos Gardel, Ramón María de Valle Inclán, Miguel de Unamuno, John Steinbeck, Carol de Rumanía, Humberto de Italia, Mario Moreno, el duque de Windsor, Glenn Ford, Sophía Loren, Alberto de Mónaco, Los Rolling Stones, Gary Kasparov, David Bowie, Michael Jackson, Vicente Blasco Ibáñez, Nikinsky, La Pavlova o Luis Buñuel. Grandes bellezas como Ava Gardner, María Félix, Dolores del Río y Rita Hayworth con su marido Orson Welles.


vista del hotel desde la plaza Cánovas del Castillo




Los salones del Palace nunca podrán olvidar a Sarah Bernhard apoyada en las columnas de su rotonda, ni a la bailarina y espía Mata Hari, cuyo nombre no se encuentra en los registros por haber utilizado un seudónimo que nadie nunca llegó a saber y con ella fue su secreto, o tal vez, por eso de que en aquella época las acompañantes femeninas se registrasen como "señora de...", quizás algún agente alemán que le acompañase en el último viaje antes de que fuera fusilada por un pelotón al que hubo que vendar los ojos para no sucumbir a sus encantos.



recepción del Palace








vista de la preciosa "Rotonda".








En la Guerra Civil, el Palace fue requisado por el gobierno republicano para convertirlo en hospital. Su famosa rotonda donde se hicieron tantos bailes se transformó en quirófano, donde su enorme cúpula de cristal servía para seguir operando con luz natural en los frecuentes cortes de electricidad.



Cúpula de cristal de la "Rotonda".




Por su cercanía con las Cortes, muchos políticos llenaron sus salones, pero nunca tomó tanta importancia política como el 23 de febrero de 1981, en el intento de golpe de Estado por parte de algunos mandos militares y cuyo episodio más conocido fue el asalto al Congreso de los Diputados por un numeroso grupo de guardias civiles al mando del teniente coronel Antonio Tejero cuando se estaba celebrando la votación a presidente del gobierno del candidato Leopoldo Calvo-Sotelo. El Palace se convertía en el centro de operaciones de los medios de comunicación, los subsecretarios del Gobierno y la cúpula militar desde donde tuvieron lugar muchas de las gestiones cruciales aquella noche.

Otra noche crucial fue la del 28 de octubre de 1982, cuando el Partido Socialista ganaba las elecciones generales y donde una famosa fotografía ha pasado a formar parte de la historia. Fotografía en la que Felipe González y Alfonso Guerra saludaban desde una ventana del Palace.

Aquí también se sentaron por primera vez árabes y judíos para negociar en la Conferencia de Paz de 1991 en Madrid.






El Hotel Palace, que pertenece desde el 1 de marzo del año 2000 a la Westin Hotels and Resorts y conocido desde entonces como The Westin Palace Madrid, seguirá siendo punto de encuentro y protagonista de los acontecimientos relevantes relacionados con la historia de este país, y testigo de excepción de las visitas de artistas, personalidades y otras personas interesadas en observar la vida de Madrid desde los salones y habitaciones de un hotel que se convirtió y que fue deseo de su creador, en el hotel más cosmopolitan de toda la ciudad.


fachada de la entrada al hotel




marquesina de la entrada principal



detalle del interior del hotel












El Hotel Palace cumplirá 100 años en el 2012, para entonces seguro que tendremos un nuevo artículo que complemente a este de hoy. Mientras tanto disfrutad de esta visita virtual.


lunes, 6 de diciembre de 2010

Palacio de las Cortes



Como homenaje a la Constitución, hoy 6 de diciembre, vamos a conocer el edificio del Palacio de las Cortes, que alberga una de las dos Cámaras del Parlamento o Cortes Generales de España, el Congreso de los Diputados. Se sitúa sobre el antiguo Convento del Espíritu Santo. Este convento sufrió un tremendo incendio en 1823 tras el que quedó vacío y abandonado.

Grabado de 1834 del convento del Espíritu Santo



En 1834, con la instauración de Régimen Liberal, el gobierno moderado de Martínez de la Rosa designó que de manera provisional se reunieran en lo que fue la iglesia del convento del Espíritu Santo, que permanecía vacía desde el incendio. En 1837 cuando los progresistas accedieron al poder decidieron la construcción de un nuevo edificio.

Grabado del Palacio de las Cortes, todavía sin los leones




Así a primera vista, la verdad es que no tiene nada que ver con sus congéneres de otros países, de estilo neoclásico es obra de Narciso Pascual y Colomer e inaugurado por la reina Isabel II en 1850. A pesar de haberse construido en el siglo XIX, la portada neoclásica del Congreso es muy digna, con un pórtico de seis columnas de estilo corintio que soportan un frontón triangular decorado por un bajorrelieve que representa a España con la Constitución, obra de Ponciano Ponzano.

bajorrelieve en el frontón de la fachada, obra de Ponciano Ponzano




detalle de las columnas de estilo corintio que sujetan el frontón



Tras las columnas se hallan las puertas de bronce que solamente se abren en grandes solemnidades, pues incluso no se ha abierto para visitas de nuestros monarcas, que entraron por la puerta de la calle Floridablanca. Las puertas se abrieron para la proclamación como Rey de Don Juan Carlos, y cuando el rey realiza la solemne apertura de sesiones del Congreso. Por delante del cuerpo central, se abre una escalinata que contienen los dos leones de bronce, obra también de Ponciano Ponzano y fundidos en 1866 con el metal de los cañones capturados al enemigo en la Guerra de África de 1860. Popularmente son llamados Daoíz y Velarde por los héroes del levantamiento del 2 de Mayo de 1808.


Leones de las Cortes

















El edificio ha tenido varias ampliaciones. En 1980, se construye un edificio que une con el primitivo mediante un puente sobre la calle de Floridablanca. En 1994 se hace una nueva ampliación y reforma y en 2006 se hace una nueva ampliación uniendo dos antiguas sedes e entidades bancarias. En 2009, en unas obras de saneamiento y rehabilitación del sótano, se encontraron restos humanos que posiblemente procedan del antiguo cementerio del convento sobre el que está construido el edificio.

Fachada del Palacio de las Cortes, obra de Narciso Pascual y Colomer



Dejaremos para otra ocasión el interior del edificio.