miércoles, 24 de marzo de 2010

Trivial Madrid 2

Donde estamos y qué vemos?





Samantha = 7

Antonioiraizoz = 3

sábado, 20 de marzo de 2010

La Columna de Calatrava está en Paro



La Columna de Calatrava está en paro, o lo que es igual... parada. Ya va camino de tres meses que el Rey Juan Carlos, el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón y la ministra de Vivienda, Beatriz Corredor, inauguraban el monumento. La Fundación Caja Madrid ha dicho que "el monumento no tiene ningún problema", y que el motivo de que esté parado se debe a que faltan algunas licencias municipales que no han llegado todavía y afectan a varias concejalías, refiriéndose al cuidado del jardín y la iluminación del entorno. El Ayuntamiento responde, que los trabajos del entorno son competencia del contratista y que se han retrasado por el mal tiempo. El caso es que la Columna después de tres meses, sigue parada y sin foco. Estamos en las puertas de la primavera, así que esperemos que con el buen tiempo o con el alejamiento de la crisis, llegue el movimiento al monumento, liberando al Obelisco del paro forzoso al que está siendo sometido. Así que seguiremos observando los avances, y es que ya sabemos que la crisis afecta dejando en paro todo lo que toca...

jueves, 18 de marzo de 2010

Museo de los orígenes: Casa de San Isidro



El Museo de los orígenes, se encuentra en lo que fue la Casa de San Isidro, o por lo menos... eso cuenta la tradición. Ya os hablé en su momento de la biografía de San Isidro, y en otro artículo distinto, os contaba que algunas investigaciones han puesto en duda que el santo patrón viviera en esta casa, y ubican como vivienda, el edificio que existía en el solar donde se construyó el actual Colegio de San Ildefonso en la Plaza de la Paja. Así que antes de seguir, leamos algo muy interesante que ya puse en el artículo de San Isidro II: Los viajes de un cuerpo incorrupto

Extracto de la verdadera Casa de San Isidro en la Moreria

Por Emilio Lujan Álvarez

La casa de Los Lujanes de la Morería, la llevó en dote Leonor de Vargas descendiente de Ivan de Vargas
“amo” de San Isidro, cuando casó con Pedro de Luján, hijo de Catalina Jiménez de Luján.
La tradición reconoce que en esta casa vivió San Isidro Labrador con su mujer María y con su hijo Ivan.
En ella existió un pozo en donde cayó el hijo Ivan de los brazos de su madre ahogándose.
Cuenta también la tradición y así se reconoció en los procesos de beatificación del Santo, que al llegar Isidro del campo y ver el suceso, oró, y las aguas del pozo subieron hasta depositar al hijo vivo y a salvo.

Este suceso ocurrió como he dicho en las casas de la Morería, que estaban en la Plaza de la Paja donde hoy esta situado el colegio de San Ildefonso.
Dentro del Colegio, en el centro del patio, se conservó el pozo hasta hace solamente quince años en que se cejó porque era un peligro para los colegiales.

Después de la Beatificación del Santo, a principios del siglo XVII y pasadas las fiestas que hubo en Madrid por este hecho, llegó la resaca y el pueblo madrileño fue dedicándole menos tiempo al “tema” San Isidro, olvidando detalles de la tradición.
La casa de Lujanes de la Morería fue derribada a finales del XVII, para ser reformada.
Para los intereses personales de sus dueños (Lujanes), no era bueno que se relacionara su casa con los Vargas y ocultaron este hecho y con ello la historia de San Isidro vivida en ella.

A finales del siglo XVIII , nadie se acordaba de que San Isidro había vivido en la Casa de la Morería.
Una reforma en la Casa de Lujanes de San Andrés, la situada al lado de la Iglesia del mismo nombre, (también llamada casa de los Condes de Paredes) descubrió algunos indicios de un antiguo aposento que el dueño de la casa Fadrique Enriquez de Luján adjudicó enseguida a San Isidro.

En los procesos de beatificación del Santo también se había referenciado a la casa de Lujanes de San Andrés como uno de los sitios donde podía haber vivido. Incluso Jerónimo de Quintana lo había comentado en su libro sobre la historia de Madrid.

Fadrique Enríquez de Luján, hombre influyente y gran deboto del Santo Labrador, extendió su hallazgo y los madrileños volvieron a interesarse por Isidro.

Si la tradición decía que San Isidro había vivido el la Morería, al estar la Casa de San Andrés cerca de la Morería, La de San Andrés es la Casa de Isidro.

Si en la casa de Isidro había un pozo donde ocurrió el milagro, el pozo de San Andrés es el del milagro.

Si donde vivió San Isidro había pertenecido a los Vargas, la casa de San Andrés perteneció a los Vargas.

Con estos y otros criterios parecidos se proporcionó a la Casa de Lujanes de San Andrés (otros Casa de los Condes de Paredes) atributos que nunca tuvo.
Y aparecieron nombres tan curiosos como Casa de los Vargas-Luján, Casa de los Vargas–Enriquez, etc.
Y se construyó un museo dedicado al Santo Isidro.
Y se colocaron carteles de “Palacio de los Vargas” en libros y folletos.
Y otro encima del pozo de San Andrés donde se lee “este es el pozo del milagro….”
Y los madrileños se pusieron a tomar agua milagrosa de un pozo que Isidro nunca vio construido varios siglos después de su muerte.


Texto completo extraído de archimadrid


De una forma o de otra, hablaremos de esta Casa, como la que fue morada del santo y el tiempo dará la razón a quién la lleve.

En este lugar se encontraban las casas de Antonio Luxán, del hábito de Santiago, que fueron las antiguas del mayorazgo principal. En ellas estaba una de las casas de Iván de Vargas, en la que servía San Isidro. En esos terrenos, se edificó en el siglo XVI, por la familia de los Lujanes, esta casa. El escudo de esta familia, todavía puede verse en el patio renacentista del interior de la casa. Cuando se trasladó la Corte a Madrid, se destinó para alojar al Nuncio, por ser uno de los palacios más importantes de Madrid, y aquí estuvo hasta mediados del siglo XVII. Desde entonces y hasta mediados del siglo XIX, fueron sus dueños los condes de Paredes, siendo entonces cuando tomó más relevancia el edificio y momento en que fue construida la capilla dedicada al santo. En 1974, el edificio fue totalmente derruido y levantado de nuevo, respetando elementos originales como la antigua capilla del siglo XVII, el pozo del milagro y el patio renacentista del siglo XVI.

La capilla corresponde a la parte central de la casa, donde se levantaban los aposentos del santo. Se construyó en 1608, teniendo varias restauraciones en los años 1663, 1783 y en 1789, de donde data la decoración actual y nos ofrece un retablo neoclásico de orden compuesto, de madera pintada imitando mármol, del siglo XVIII. En el centro, debajo de un arco de medio punto, se encuentra la escultura que representa al santo, anónima del siglo XVII. Cubre el espacio del presbiterio de la capilla un casquete esférico, pintado con la representación del santo arrodillado entre nubes y ángeles con instrumentos de labranza y la firma de Zacarías González Velázquez en 1789. En el tramo de la entrada, bóveda de cañón, con pintura que representa ángeles que traen una corona de laurel al sitio donde murió San Isidro, mientras que otros sujetan una banda con la inscripción: "Hic obdormivit in domino" (Aquí durmió el señor), aludiendo también a que murió en este lugar.


Capilla de la Casa de San Isidro en el Museo de los orígenes



en el retablo una escultura anónima que representa al santo en madera policromada del siglo XVII



pinturas de Zacarías González Velázquez en la capilla de la casa








Se encuentra en la casa el pozo del milagro, donde según la tradición, cayó el hijo de San Isidro y salvado con las oraciones del matrimonio, que hicieron subir las aguas y así salvar al pequeño.




La casa contiene también el patio renacentista del siglo XVI, aunque restaurado en gran parte en nuestros días. Este patio es una pieza única del renacimiento, que junto al patio del Colegio Imperial y el desaparecido (otros le llaman restaurado) claustro de los Jerónimos, representaban el renacimiento madrileño. Para colmo de males, actualmente se ha techado con una especie de cúpula de cristal y acero.





maqueta de la Villa de Madrid en el siglo XVII y que nada tiene que ver con la maravillosa maqueta de León Gil de Palacios que se encuentra en el Museo Municipal



Actualmente el Museo de los orígenes, se encuentra con una exposición permanente, dedicada a la arqueología madrileña y a la historia de la ciudad hasta el traslado de la Corte en 1561 por Felipe II. Destacan valiosas colecciones que proceden del desaparecido Instituto Arqueológico y del Museo Municipal. Tendrá también un jardín arqueobotánico, que se encuentra situado al lado del ábside de la Capilla del Obispo, que tendrá todos los datos de las especies cultivadas en la pasado de la ciudad. Actualmente se encuentra en obras, tanto el patio renacentista, como el jardín, por lo que no os puedo ofrecer fotografías de esos lugares.

martes, 16 de marzo de 2010

Jardín del Principe de Anglona



El jardín del Príncipe de Anglona es otro de esos pequeños parques o jardines que se encuentra escondido y es desconocido para la gran mayoría de los madrileños. El jardín, se encuentra pegado al Palacio de Anglona, un jardín nobiliario del siglo XVIII que ha llegado hasta nosotros en pleno corazón del Madrid de los Austrias. Es un jardín colgante, sujetado por muros de ladrillo y granito, que salvan el desnivel entre la calle Segovia y la Plaza de la Paja.





Los terrenos donde se ubica el Palacio de Anglona, primero fueron un grupo de casas que pertenecieron a don Alvaro de Benavides y don Diego de Vargas. Más tarde el palacio fue pasando de mano en mano, pero eso lo dejaremos para otro artículo, así que sigamos con el jardín.





El diseño del jardín como tal es obra de Nicolás Chalmandrier, en 1761, en estilo neoclásico y como pequeña zona de recreo del palacio, siendo dueño en ese momento el Conde de Benavente














El palacio fue más tarde del Duque de Osuna, que luego pasó a su hermano, el teniente general en la guerra de la Independencia, Pedro de Alcántara Téllez-Girón Pimentel, príncipe de Anglona y marqués de Javalquinto, y finalmente en 1872 compra el Palacio al primogénito del Príncipe de Anglona, el marqués de la Romana, que en 1920 encarga la restauración del jardín tal y como lo conocemos hoy, al arquitecto autor entre otros, de los jardines de El Capricho de Madrid, Javier Winthuysen Losada.



Es un pequeño jardín con árboles frutales, como un plátano, una acacia y una mahonia, junto a setos de bojes, madroños, laureles y lilos, granados, kaki, almendros y plantas que ocupan entre todo, 500 mt2 rodeado por una tapia, menos en el lado que da con la fachada del Palacio. Existe solo una puerta desde la calle Príncipe de Anglona a su muerte en la Plaza de la Paja, "calle sin puertas", se la llamó en la época, por haberse construido para comunicar la puerta principal del Palacio (ubicada en la Costanilla de San Pedro), con la Plaza de la Paja, ya que la fachada del palacio que da a esa calle, no tiene puertas.






El parque está abierto con horario restringido, cerrándose la verja en horario nocturno. El suelo es de ladrillo en forma de espina de pez, tiene templete, cenador, pergolas, dos bancos y dos fuentes.

Una fuente es de de taza baja de granito virgen sin pulir, la otra, con forma de una columna retorcida, que fue añadida en los tiempos modernos, desplazando a la auténtica fuente estrella del jardín hacia un lado del parquecillo.





Hoy en día, pertenece al Ayuntamiento de Madrid, que es el que se encarga de su conservación y mantenimiento.