miércoles, 31 de marzo de 2010

Casita del Pescador



La Casita del Pescador fue mandada construir por el rey Fernando VII en lo que fueron los Reales Jardines del Buen Retiro, cuando pertenecían a la Corona, en un intento de devolver a los jardines el esplendor que tuvieron antes de que fueran bombardeados en la guerra de 1808.




En una zona a la que llamaban "Reservado" y situada sobre un lago donde la realeza acudía a pescar, se levanta esta pequeña construcción de estilo pompeyano, con disposición de cruz griega y rematada por chapitel de plomo, muy característico en los jardines ingleses y franceses del siglo XVIII y XIX, con el destino de ser un lugar de descanso y reposo real.





Estas construcciones que adornaban los jardines, se les llamaban "Caprichos", entre los que existieron el Salón Oriental, Salón Persa, La Casa del Pobre, La Casa de Vacas, La Casa del Contrabandista y esta Casita del Príncipe.




El exterior estaba Adornado con hornacinas con bustos y motivos renacentista pintados al fresco. El interior estaba decorado con mobiliario y ricas telas.





La Casita del Pescador es una de las escasas muestras que han llegado hasta nosotros.

lunes, 29 de marzo de 2010

Semana Santa Madrid 2010: Procesión del Cristo de la Fe y del Perdón



Madrid tiene un gran número de procesiones en Semana Santa, pero sin embargo, la Semana Santa de Madrid es muy desconocida, y como este año no voy a viajar y pienso quedarme, os mostraré algunas de ellas, entre las que estarán las más populares. Procesiones como el Cristo de la Fe y del Perdón, Jesús del Gran Poder y la Esperanza Macarena, Jesús el Pobre y la Virgen del Dulce Nombre, Jesús de Medinaceli, la del Silencio, la de la Soledad y el Cristo Yacente, la Virgen de los siete Dolores y la del Santo Entierro, serán algunas de las que veamos en nuestro recorrido. Vamos a empezar con la primera que abre el desfile de procesiones.





La procesión del Cristo de la Fe y del Perdón, es la primera procesión de Semana Santa en Madrid, haciendo su recorrido por las calles del Madrid de los Austrias el Domingo de Ramos.













Está organizada por la Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Fe y del Perdón, y de María Santísima Inmaculada, Madre de la iglesia y Arcángel San Miguel, conocida como Hermandad de Los Estudiantes.
Cada paso lleva 30 costaleros.









La procesión sale de la Basílica de San Miguel y recorre las calles del Madrid de los Austrias cercanas a la Basílica. Calle San Justo, del Cordón, Plaza de la Villa, Señores de Luzón, Plaza de Santiago, Plaza de Ramales, Lepanto, Plaza de Oriente, Carlos III, la Unión, Conde de Lemos, Santiago, Milaneses, Plaza de San Miguel, Conde de Miranda, Plaza del Conde de Barajas, Gómez de Mora, Plaza de Puerta Cerrada, San Justo y Basílica de San Miguel.





En la procesión salen dos tallas: El Cristo de la Fe y del Perdón, obra del siglo XVIII, realizada por Luis Salvador Carmona y María Santísima Inmaculada Madre de la Iglesia, obra del siglo XX, realizada por Juan Manuel Miñarro.





sábado, 27 de marzo de 2010

Plaza Mayor



La Plaza Mayor de Madrid ha sido siempre un escenario de la vida pública, un núcleo privilegiado en donde se hicieron todo tipo de actos y solemnidades. Ramón Gómez de la Serna ya dijo de ella que era "el patio de las Españas", convirtiéndola en un punto referencial para todos lo que habitan la ciudad. La plaza Mayor es punto obligado de cualquier turista que se precie y centro histórico de la ciudad. Decir Plaza Mayor y pensar en la de Madrid, va todo en uno. Pero hagamos un poco de historia.




Los comienzos de esta Plaza, fueron con el nombre que muy pocos conocen de Plaza de la Leña y Plaza del Arrabal, pero muchos fueron los nombres con los que se conocieron a esta plaza. En 1812, la plaza se llamó de la Constitución. En 1814, con el regreso del cautiverio de Fernando VII, se arrancó y rompió la lápida colocada por los constitucionales para colocar en su lugar otra con el nombre de Plaza Real. En 1820, se restableció el nombre de plaza de la Constitución para, con el triunfo de las ideas absolutistas, en 1823, llamarla de nuevo Real, y en 1833, con la muerte de Fernando VII, recuperar su denominación de Constitucional. Pero ahí no se paró su constante mutación. En 1873, al proclamarse la primera República española, se le dio el 12 de febrero de 1873, el nombre de Plaza de la República, apelación a la cual dos meses más tarde, el 24 de abril del mismo año, se le añadió el adjetivo de Federal. Poco duró el nuevo régimen y con la Restauración borbónica, la Plaza Mayor pasó, el 3 de enero de 1874, de nuevo a llamarse, ya para bastante tiempo, Plaza de la Constitución, nombre que en nuestros días fue olvidado para recuperar su antiguo nombre de Plaza Mayor, el cual, al haber perdido su protagonismo histórico es, sin duda, el que mejor le cuadra.

La Plaza Mayor en 1895


La Plaza Mayor en 1860 sin los tejados de pizarra


Esta plaza en la actualidad, no ha perdido su carácter festivo y de representaciones públicas, ya que todavía se puede asistir en ella, a representaciones de teatro, conciertos, cabalgatas, ferias, manifestaciones, misas, procesiones, mercados y un largo etc...
Esto viene de antaño, ya que en el pasado fue el lugar privilegiado de la ciudad para la fiesta barroca. Espacio a la vez lúdico y trágico, ya que sirvió en días solemnes y sin mercado, dentro y fuera del calendario previsto, para ceremonias y festejos reales, proclamaciones, entradas, bodas y nacimientos, actos profanos y cívicos, justas poéticas, teatro, corrida de toros, torneos, actos religiosos, canonizaciones y procesiones, actos de justicia pública, ajusticiamientos y ejecuciones capitales y sobre todos los famosos Actos de Fe, donde en una magistral representación teatral, se condenaba a los reos en presencia de los reyes, al quemadero que había en las afueras de la puerta de Fuencarral.

Auto de Fe, lienzo de Francisco Ricci en 1683


En este lugar estaban las lagunas de Lujan, llamadas así por estar en tierras de los Lujanes y que se llamó del Arrabal por quedar fuera del perímetro de las murallas.
Pero la plaza Mayor en su origen, fue mercado, y de ahí que su edificio principal, es el de la Panadería, al que acompaña enfrente, el de la Carnicería.
En 1975, el Ayuntamiento de Madrid, rechazó la construcción de una torre en otro lugar de la ciudad que alojaría todas sus dependencias, y pensó en la posible erradicación de los vecinos para convertir toda la plaza en una futura Casa Consistorial de Madrid. Pero este proyecto se vino abajo porque se hubiera convertido en patio de oficinas y hubiera perdido toda la vida pública espontánea que tanto le ha caracterizado.






En el siglo XV, esta plaza, en su mitad oriental formaba un descampado y se le llamaba Plaza de la Leña. La instalación de la Panadería y Carnicería de la Villa, lo mismo que la del Peso Real, fueron decisivas para su dominante de establecimientos comerciales, en un principio en manos de judíos. Con la construcción de la plaza regular, el comercio aumentó de categoría, apareciendo en sus portales las tiendas de lenceros, sederos y confiteros. Los nombres de las aceras nos señalan sus funciones comerciales o de Control de Abastos: acera de la Panadería, acera de la Carnicería, acera del Peso Real y acera de los Mercaderes de Paños. A la vez, en su centro se iban instalando a diario los tenderetes provisionales del mercado.



En 1580, Felipe II encarga el proyecto de remodelación de la plaza a Juan de Herrera, comenzando el derribo de algunas casas, pero el proyecto no sigue adelante hasta que en 1617, Felipe III encarga la continuación de las obras a Juan Gómez de Mora, que fue el mismo que se encargó de la restauración después del primer incendio en 1631

En 1617, se le da a la plaza la forma regular y uniforme, realizada por Juan Gómez de Mora. En 1670 un segundo incendio, fue restaurada por Tomás Román y al que se le debe el cerramiento de la plaza y convertirla en un solo edificio uniforme tras el tercer incendio de 1790, fue el arquitecto Juan de Villanueva.
El incendio de 1790 fue el tercero que sufrió la plaza y el más devastador de todos, al que asintieron los soldados de ingenieros, al mando de su teniente general don Francisco Sabatini y el coronel don Miguel de Hermosilla, que lograron atajar el incendio al hacer cortes en los edificios de la plaza. Durante tres días se luchó denodadamente. No habían acabado todavía los trabajos de extinción cuando ya el arquitecto Juan de Villanueva comenzó a dibujar los planos para restaurar la plaza..

La Casa de la Panadería, es el edificio más destacable de toda la plaza, obra de Diego Sillero, quedando de la primitiva el pórtico de Gómez de Mora. La planta inferior es donde se vendía el pan, mientras que los pisos superiores eran dependencias reales desde donde poder observar los acontecimientos públicos de la plaza. Era elegante y bella, perteneciendo al más puro estilo madrileño, siendo las desaparecidas pinturas de su fachada de José Donoso, aunque de este edificio no queda nada, ya que fue destruido totalmente por las llamas en uno de sus incendios. En la segunda construcción, Luis González Velázquez fue el que se encargó de los murales, que también desaparecieron en otro incendio.

Casa de la Panadería



En 1992, en otra de las actuaciones en la plaza Mayor, se lleva a cabo la decoración mural de la fachada del edificio, obra realizada por Carlos Franco, representando personajes mitológicos. La suntuosa escalera del interior, ha desaparecido, siendo sustituida por otra harto sencilla y vulgar, en la que, sin embargo, hay que admirar un notable zócalo de azulejos antiguos. Las bóvedas de los salones del piso principal están pintados por José Donoso y Claudio Coello.


Pinturas murales de Carlos Franco






Escudo de armas de Carlos II en la fachada de la Casa de la Panadería



En 1847, gracias a la intervención de Mesonero Romanos, la plaza Mayor se ornó en su centro con la estatua de Felipe III, obra del siglo XVII, de los escultores Juan de Bolonia y Pietro Tacca, antes instalada, desde 1616, en la entrada de la Casa de Campo.


Estatua de Felipe III, obra del siglo XVII realizada por Juan de Bolonia y Pietro Tacca







En 1961, con motivo de las fiestas del centenario de la capitalidad se llevó a cabo bajo el mando del conde de Mayalde, la implantación de los tejados de pizarra, imitando al Escorial, de acuerdo con la moda imperialista de los años de la autarquía. En 1967 se hizo un aparcamiento subterráneo, elevando el suelo de la plaza y poniéndole un incómodo adoquinado.

La plaza Mayor tiene 129 metros de largo por 94 de ancho, 9 puertas de acceso, siendo la más famosa el Arco de Cuchilleros, del que hablaremos en el siguiente artículo, 237 balcones, tres plantas de altura más el abuhardillado. La Casa de la Panadería, la Casa de la Carnicería y la estatua de Felipe III en el centro.

No obstante, seguimos contando con una de las plazas más bellas de España y de todo Europa, incluso del mundo entero diría yo. Toda ella compone un solo monumento. Si tuviéramos que citar todos los actos culturales, religiosos, reales e históricos que han sido protagonistas de la plaza, tendríamos para llenar libros enteros. Así que lo mejor será darse una vuelta por ella y contemplar sus arcos y la uniforme construcción de sus paredes, imaginándonos los grandes acontecimientos acaecidos entre sus cuatro fachadas. No dejéis de observar sus vistas desde el arco que da a la calle de Toledo con las torres de la Colegiata al fondo, el precioso Arco de Cuchillero desde la Cava y contemplar sus terrazas, sus artistas callejeros, pintores y el público tan diverso que visita el lugar. Sin duda... la Plaza de Madrid por excelencia, a pesar de que la vecina Puerta del Sol le haya quitado el puesto como centro de reunión y paso cosmopolita, dejando a nuestra plaza un poco más destinada a los turistas en general. Pero siempre volveremos a ella, ya que cantidad de actos públicos siguen dándose cita en ella.











jueves, 25 de marzo de 2010

Plaza de la Villa



La Plaza de la Villa de Madrid, es uno de esos sitios en que nos podemos transportar en el tiempo, cuando la ciudad era Villa. Uno de los rincones más bellos de Madrid en el que los bellos edificios que la componen, muestran un conjunto arquitectónico sin igual en la ciudad. Su nombre viene del siglo XV, cuando Enrique IV de Castilla otorgó el título de Noble y Leal Villa a Madrid.
Veamos los edificios que componen la Plaza de la Villa, aunque cada uno de ellos tendrá un hueco en este blog en futuros artículos, hagamos un breve recorrido por estas edificaciones con tan grande interés artístico.
A ella llegan tres calles: la de Madrid, del cordón y del codo, y sirve de frontera con la plaza, la calle Mayor.
Esta Plaza era la antigua Plaza de San Salvador, por encontrarse delante de la iglesia del mismo nombre, en cuyo pórtico se hicieron las primeras sesiones de pleno del Ayuntamiento. En la parte derecha de la plaza, se encontraba la casa de Juan de Acuña, marqués del Valle, en la que habitaba el duque de Osuna, D. Pedro Girón. El mismo que fue hecho preso el jueves santo del 8 de abril de 1621, por orden del rey, antes de acabar su vida en las casas de Gil Imón de la Mota, hecho que contaremos en otro momento. En el solar de esta casa, se levantaría la Casa Consistorial, que más tarde pasó a llamarse Casa de la Villa y que albergó durante siglos el Ayuntamiento de Madrid.


Casa de la Villa

La Casa de la Villa, se construyó en un principio como Cárcel de la Villa, bajo un proyecto de Juan Gómez de Mora, al que le sucedió tras su muerte en 1648, José de Villareal, que siguió el proyecto original hasta que también por muerte de este, lo siguieron hasta 1696, Teodoro Ardemans y José del Olmo. Hay que decir que dos de los arquitectos aquí nombrados, José de Villareal y José del Olmo, también participaron en la construcción del Palacio de Santa Cruz, antigua cárcel de la Corte y desde luego viendo los dos edificios... es más que evidente. Aquí estuvieron la cárcel de la Villa y el Ayuntamiento, teniendo cada recinto, puertas diferentes y siendo gemelas desde la fachada.




En 1789, el arquitecto Juan de Villanueva hizo una importante reforma, en la que añadió la famosa galería de columnas en la balconada que da a la calle Mayor, para que los Reyes pudieran ver desde el balcón la procesión del Corpus. En 1966, en otra reforma, se cambian las tejas del tejado por pizarra y se sustituyen los revocos por el ladrillo visto original.


Vista de la Casa de la Villa desde la calle Mayor


Galería de Columnas, obra de Villanueva


En el siglo XX, Luis Bellido en otra reforma, añade un pasadizo elevado que salva la calle de Madrid, uniendo el edificio de la Casa de la Villa, con el de la Casa de Cisneros.
En la construcción de este edificio, se instaló en el chapitel de la torre que da a la Plaza con la calle Mayor, el reloj que se encontraba en la torre de la iglesia del Salvador.
En un próximo artículo sobre la Casa de la Villa, hablaremos largo y tendido sobre todos los datos referidos a este edificio y lo que alberga en su interior.

Pasadizo elevado construido en el siglo XX para unir la Casa de la Villa con la Casa de Cisneros

Casa de Cisneros

La Casa de Cisneros, fue mandada construir por el sobrino del Cardenal Cisneros, Benito Jiménez de Cisneros, de donde le viene el nombre, siendo un suntuoso palacio construido en 1537 que tenía la entrada principal en la calle del Sacramento, donde se encuentra un precioso balcón plateresco.

Balcón plateresco en la fachada de la calle Sacramento en la Casa de Cisneros


Vista de la fachada en la Plaza de la Villa


La fachada que daba a la Plaza de la Villa, eran las cuadras y corrales. La Casa fue construida en estilo plateresco y en él han vivido ilustres personajes. En esta casa estuvo preso el secretario de Felipe II, Antonio Pérez, nació el conde de Romanones y vivió Narvaéz. A primeros del siglo XX, el edificio tuvo una importante reforma por Luis Bellido, construyéndose la hermosa fachada que da a la plaza de la Villa siguiendo el estilo del edificio, consiguiendo una magnífica estampa visual muy acorde con la plaza. El resultado es un precioso edificio que se ha integrado perfectamente a la belleza de esta plaza.



Otra de las costrucciones que nos sorprende en la Plaza, es la Torre y las Casas de los Lujanes



Para referirse a la Torre y Casas de los Lujanes dirigirse a este enlace












La última casa que cierra la plaza, es un edificio de viviendas que era propiedad de los condes de Oñate y que nada tiene que ver con el resto de la Plaza, eso sí... forma parte visualmente del lado que sirve de frontera con la calle Mayor.
Pedro de Répide comentaba en su libro de las calles de Madrid, que esta vieja plaza "... resultaría digna de ser cerrada por gruesa y férrea cadena en la parte que limita con la calle Mayor.", y si no recuerdo mal, así es como se encuentra.




Monumento a Álvaro de Bazán

En el centro de la Plaza, se encontraba antiguamente una fuente llamada Fuente de la Villa, que desapareció para dar sitio a la estatua de Carlos V, realizada por León Leoni, pero finalmente fue la estatua de D. Álvaro de Bazán, el famoso almirante marino, la que ocupó el lugar. La estatua es de bronce y fue realizada por Mariano Benlliure. Actualmente no se encuentra en el centro y se ha ubicado en un ángulo más cerca de la Casa de Cisneros y del antiguo Ayuntamiento.


Estatua de Álvaro de Bazán realizada por Benlliure


El pedestal es obra del mismo autor y del arquitecto Miguel Aguado, en mármol gris. En uno de los lados la inscripción de "A D. Álvaro de Bazán", en el lado opuesto unas frases que Lope de Vega escribió al ilustre marino.

"El fiero turco en Lepanto,
en la Tercera, el francés
y en todo el mundo el inglés,
tuvieron de verme espanto.
Rey servido y patria honrada
dirán mejor quién he sido
por la cruz de mi apellido
y por la cruz de mi espada."